Con: Nicole Kidman, Hugo Weaving, Joseph Fiennes,
Maddison Brown, Nicholas Hamilton, Mayne Wyatt y elenco
Dirección: Kim Farrant
Mmm, más o menos. Strangerland amenaza todo
el tiempo con ser una buena película pero se queda en la amenaza y solo la
salva el final.
Kidman está bien sin hacer gran esfuerzo y
Weaving finalmente se saca los lentes oscuros y el gesto robotizado de Matrix
componiendo un discreto papel –quizás el más acertado del film-, no así el
hermano de Ralph Fiennes, quien porta casi el mismo rostro haciendo que uno se
confunda pero no así su talento.
Y un capítulo aparte se lleva la joven y bella
Maddison Brown y su composición de “lolita quinceañera come hombres totalmente
irresistible”. Farrant consigue con este rol hacer sentir culpa a cada
espectador del film como en su momento lo hicieren Kubrick con Lolita
o Mendes con American Beauty por poner un par de ejemplos de golpe bajo a la
razón y al recato, pero siempre pasa lo mismo: se dibuja un pecado de una forma
tan irrefrenable que luego uno se siente un pecador y en definitiva están
mostrando una jovencita ya mayor –porque de
lo contrario irían todos presos solo por mostrarla casi en bolas- a la que disfrazan
de menor. ¡Por mi culpa, por mi culpa! ¡Por mi gran culpa!
Y eso es todo lo que podría decir de Strangerland,
un film bien hecho hasta la mitad, donde se pone medio errático y de ahí en más
solo se salva sobre el final, pero por muy poquito.
Así que le pongo 6 Juanpablos y los insto a
que la vean.
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