Con:
James Franco, Jonah Hill, Felicity Jones y algunos más
Dirección: Rupert Goold
No. Película tonta si las hay que se pasa su
completa duración amenazando con que al final va a estar buena y para nada.
A Franco el papel no le sale ni remotamente y
Hill está perdido como perro en cancha de bochas (jamás entendí porque un perro
se perdería en una simple cancha de bochas que ni siquiera gira como un zamba,
pero bueno) en su rol sin lograr despegar en ningún momento. Jones está de
regalo y no sabe qué hacer con su parte y la película viaja con serenidad de la
nada a la nada misma.
Puede ser la historia real más dramática del
mundo, pero con otros actores y otro director quién sabe hubiese funcionado.
Para mí, y saben que detesto hablar al pedo,
Franco y Hill agarraron y ahora que tienen plata y se sacaron el estereotipo de
“actor jovencito que sirve para hacer películas de fumo” dijeron: “Che, ¿y si
hacemos un drama juntos?” “Y dale”, le dijo el otro. Y fueron y contrataron al
primer director que encontraron por la calle, que no cobraba caro porque aún no
había filmado demasiado y así les fue.
Boba, bobísima película sobre una historia
real de esas que hay montones y que ya conocemos puf requeté mucho.
Le pongo 3 Juanpablos.
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