lunes, 30 de noviembre de 2015

Operator (2015)






Con: Ving Rhames, Luke Goss, Mischa Barton, Michael Paré, Riley Bundick y elenco

Dirección: Amariah y Obin Olson



Resulta que una joven pero ya entrada en años actriz que pretende hacer de joven y ya no lo es tanto y está bastante entrada en años despierta como todo norteamericano de ley: tarde pero con el tiempo justo para preparar el desayuno y salir rajando a su trabajo. Es separada y tiene una hija de edad indefinida que ronda los 6 a 12 años y se apura y le advierte que llegarán tarde y que ya falta casi nada para que su padre la pase a buscar cuando justo llega papá divorciado en su auto de policía y la joven ya entrada en años actriz de pacotilla sale de la casa con clara actitud de enojada para siempre con su ex marido quien la mira con ternura e intenta por todos los medios reconciliarse y que pin que pun palabra va palabra viene los hermanos Olson (directores de esta inconveniencia) nos entretienen de manera ágil, práctica y bien resumida, con el típico “diálogo en minuto y medio” en donde se devela el porqué de la triste separación de la pareja de protagonistas cuando Policía le advierte a su ex: “No estamos divorciados aún”, “Cierto”, asegura ella. “Creo que te he pedido perdón suficientes veces, ¿no crees?” insiste policía, buscando acabar con esta fea etapa que atraviesan. “¡Dejaste a nuestra hija sola en la casa! ¿Y para qué?, ¿para atender un llamado de la justicia?” le recuerda, aun insobornable e indignada hasta el tuétano. “Oye, Pam, ya ha pasado un año, ¿cuándo vas a olvidarlo?” le señala –a ella y a nosotros, para que sepamos cuánto hace que la gordita está ofendida y no lo deja acostarse en cucharita en su cuarto-. Pero Pam no contesta y se sube al auto con un piano triste de música de fondo y Policía apoya su antebrazo en el techo del auto de su ex e insiste, determinado: “Todos los días espero por verte a ti y a Cassey, lo sabes, ¿cuántas veces más deberé pedirte perdón para que ya no estés enojada conmigo?”, entonces ya falta poco para que termine la escena y aún falta información que darnos, así que Pam le espeta, apurada, envalentonada e irónica “No lo sé, ¿cuántos tragos de whisky hacen falta para olvidar?”, y Policía recoge el guante y renuncia, abatido: “Oh, qué bonito… Sabes que llevo sobrio cinco meses. Lo estoy intentando, ¿ok?”, pero Pam no le cree y se va su trabajo como operadora del 911 y así comienza esta absurda intentona con malísimos actores para volver sobre la trama que tan bien nos desplegara Brad Anderson en “The Call”, aquella película de tensión con Halle Berry y Abigail Breslin donde hay que poner  como mínimo excelsos talentos a construir la historia y no a dos baluartes del cine malísimo como son Ving Rhames –quien solo se supera día a día con sus patéticas actuaciones y nos demuestra que Quentin Tarantino es el mejor director técnico que ha visto esta Tierra- y Luke Goss, pelado absurdo y un tanto atlético que nunca llegó a mojar en un buen film y ya en sus cuarentas está decidido a filmar lo que mierda sea para poder parar la olla.

Y eso es todo lo que podría decirles de Operator sin entrar ni siquiera en señalar los totalmente torpes efectos especiales que los hermanos Olson despliegan con desparpajo –la escena en que Peladito y su ex atraviesan una verja con la chata y las maderitas vuelan por el aire tiene la estética del Donkey Kong de los 80. Ni mi abuela Elsa, que en paz descanse, se hubiese creído que esa verja voladora era de en de veras-.


Le pongo 1 Juanpablo, ¿más mala? Imposible

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