Con: Matt Damon, Jessica Chastain, Kristen
Wiig, Jeff Daniels, Michael Peña, Sean Bean, Kate Mara, Sebastian Stan, Aksel
Hennie, Chiwetel Ejiofor y elenco
Dirección: Ridley Scott
Yo sé que usted va a pensar que enloquecí, que
cómo voy a decir estas cosas del gran Ridley Scott, que la boca se me haga un
láu y todo eso. Pero más allá de que el film está muy bien constituido, con un
Marte de mentira que realmente uno cree que el film fue filmado en el planeta
rojo con la pluma de un director que pareciera haber nacido en otro planeta y
por ello le salen tan bien las películas espaciales y todo eso, la realidad es
que el tono ¿gracioso?, ¿sonso?, ¿cabeza de chorlito? que inunda tanto la trama
como el personaje principal y la falta total de momentos depresivos o realmente
tensos que debería acreditar una historia como esta me dejaron así con las
manos abiertas enfocadas al cielo y la expresión demudada y atónita como una
suerte de Carlos Messina pero con el rictus sorprendido más que iluminado
cuando se acercaba peligrosamente el final del film y nada, absolutamente nada
de lo que hubiese esperado de Ridley Scott y de la historia de un astronauta a
quien sus compañeros creen muerto y abandonan en un lejano planeta pero en
realidad está vivo y con una leve herida en la zapán y entonces para
recuperarlo habrá que gastar muchísimas horas, días, semanas y meses y nada de
lo que los matemáticos de la NASA calculen en jornadas sin sueño tiene la
certeza de efectividad 100% por lo que, al menos, Matt Damon debería haber
padecido una temporada de sombría depresión y/o locura, debería haber intentado
suicidarse, debería haberse demacrado hasta el ridículo y, con un invisible
hilo de aliento, intentar la utópica tarea de salir rajando de ahí de manera
exitosa.
Y nada de eso ocurre, Matt se pasa unas
vacaciones re copadas en Marte con tiempo de sobra para hacer chistes y mandar
al presidente de los Estados Unidos a cogerse a él mismo y qué sé yo cuántas
pelotudeces más que no tienen nada que ver con la realidad de lo que podría
pasar si esto fuese cierto.
Luego, Jessica Chastain está perdida, Wiig
irreconocible, Daniels parco como nunca, Mara a mil kilómetros de su personaje
y el resto acompaña sin demasiado sacrificio.
Sorprende Peña, quien debería haber muerto de
manera espantosa y dejado hijos mejicanos huérfanos y una mujer con delantal y
vestido floreado lavando los platos mientras llora su viudez, pero no, se
salva.
Así que lo lamento mucho, Ridley, jamás
hubiese imaginado que pondría a The Martian solo 4 Juanpablos
carachientos.
Esfuérzate más la próxima. Tú puedes.
Y por favor, de rodillas lo pido: La próxima
vez que a alguien se le ocurra una historia en donde montones de tipos y minas
deben colaborar en conjunto para rescatar a un chabón, busquen otro actor. Matt
Damon ya lo hizo tres veces.
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