Con: Mick Rossi, Robert Miano, Aaron Gallagher, Jorge A. Jimenez, Peter Dobson; la estúpida, inexplicable y destornillante colaboración de Val Kilmer, el hombre más de regalo del mundo y no debo dejar de mencionar a Gabriel Byrne, que si Val Kilmer está de regalo, este hombre, sin duda alguna, viene de regalo con Val Kilmer, como si se tratáse de un pedorro e inusitado combo.
Dirección: Phillip Guzman
Resulta que uno de los peores actores que vi
en toda mi vida va a visitar a Val Kilmer, que compone muy pero muy mal un
papel de “joyero místico” y le lleva unos relojes y unas joyas choreadas para
que Kilmer las funda y las convierta en otra alhaja distinta y así poder
venderlas. Y les lleva las joyas a Kilmer porque, a pesar de que no se puede
mantener una conversación lógica con el tipo porque está completamente ido con
un casco que tiene unos lentes con súper aumento que le tapan la mitad de la
cara pero le dejan su inconfundible boca a la vista (quizás Kilmer no es tan
caradura al fin y al cabo y aceptó trabajar en esta mierda incomprensible solo si lo dejaban
taparse la cara, ojo, guarda que es una teoría interesante). El tipo labura
bien las joyas y logra reducirlas y transformarlas rápidamente en otra cosa.
Así que le deja las joyas, Kilmer le paga 70.000
dólares y Muy Mal Actor se va. Y Kilmer no vuelve a aparecer hasta el final,
donde aporta otros 2 minutos de su impactante mala actuación (Esto se lo aclaro
porque en la tapa del DVD dice Val Kilmer por todos lados e incluso está su
rostro en primer plano cuando nunca jamás muestra su rostro completo ni aparece
en el filme como para mencionarlo con tantos bombos y platillos).
Entonces Muy Mal Actor se reúne con sus
secuaces para repartirse la torta. Los esbirros están protagonizados por unos
desconocidos malos actores que no le llegan ni a los talones a Muy Mal Actor de
lo malos actores que son, a los que apodaremos Viejo Pedorro, Latino Sin
Talento y Pelado Re Devuelta. Y Muy Mal Actor reparte la guitarra y les dice
que estén preparados, que darán el siguiente golpe inminentemente, palabra
rompe huevos de escribir, por cierto.
Así es que entonces llega año nuevo y Muy Mal
Actor se compra un espléndido traje, se deja la barba y se alquila un auto
copado y se reserva una habitación en el lujosísimo hotel Grand Nomeacuerdo,
que de grand no tiene nada, es un muy normalón hotel de 3 estrellas al que se
le notan por todos lados sus limitaciones pero, por algún motivo absurdo,
montones de extras que hacen de millonarios van a parar a ese hotel y dejan sus
joyas en las cajas de seguridad de la conserjería.
Y el 1 de enero, a las 2:22 de la mañana
(nunca queda claro por qué debían dar el golpe a las 2:22 y no a las 2:37, por
ejemplo, o a las 4:18, le juro que es completamente irrelevante la hora que
elijen para “actuar”, sobre todo porque también elijen esa hora para ponerle de
nombre a la película. Desconcierto. Horror. Impotencia) Muy Mal Actor vuelve al
hotel a esa hora exacta llena de patitos
y le toca timbre al conserje, que va y le abre y cuando el pibe se da vuelta le
zampa flor de botellazo en la nuca, dejándolo inconsciente, así es que Muy Mal
Actor se pone la chaqueta del pobre extra cagado a botellazos y le abre la
puerta a sus compinches, que se disponen a abrir las cajas de seguridad para
robar las joyas.
Mientras
tanto, y para rellenar con minutos al pedo esta historia sin pies ni cabeza
completamente copiada y previsible de decenas de películas iguales a ésta desde
Duro de Matar 1 hasta la fecha, en un piso de arriba, un viejecito que actúa
asquerosamente su papel, llora sobre un portarretrato del año del pedo con una
foto del mismo año de una joven de aquella olorosa época y le recrimina: “Oh,
Lucy, por qué te fuiste primero...”. Y toma un revolver. Entonces uno piensa:
“Listo, este viejo pelotudo se va a querer suicidar justo y va a hacer mierda
el plan de los ladrones sin quererlo”, pero no. No solo no tiene nada que ver,
sino que no suma ni resta nada en el filme.
Y los
choros continúan violentando cajitas metálicas y las horas pasan y tipo 3 y
media llega un huésped muy encolerizado que quiere entrar pero Latino Sin
Talento, que se encuentra haciendo de conserje, se hace el pelotudo y no le
abre, hasta que no le queda otra y lo deja entrar y el tipo, completamente
desquiciado porque lo clavaron un rato largo en la nieve le pregunta si es pelotudo
o si fue arrancado verde y le solicita una botella de la mejor champaña y que se
la mande a su habitación, la 204.
Pelado Re
Devuelta es el encargado de llevarle la botella y de cagarlo bien a trompadas y
cuando lo tiene medio drogui le revisa la pieza y le encuentra un montón de
miles de dólares, una rubia drogada y paquetes de merca. Pero a pesar de que
Muy Mal Actor le dijo que le robe la guita y las joyas pero que NO LE TOQUE LA
MERCA, Pelado Re Devuelta no le hace caso y también le birla la blanca sin que
el resto lo advierta, mientras Huésped sí advierte con el único ojo que le
queda abierto por las piñas que recibió un tatuaje que el ladrón encapuchado
posee en su antebrazo que dice “Joe – Av. De los Incas 2728 – 2do piso a la
calle” (más o menos así de elocuente es el tatuaje).
Y bueno,
siguen robando toda la noche, siguen apareciendo huéspedes malísimos que les
piden cosas, y el viejito suicida sigue apareciendo de vez en cuando no
animándose a pegarse de una vez el tiro, eligiendo primero la boca, después la sien y
después el corazón hasta que opta por subir a la terraza, momento en que uno
dice: “Ahora sí, justo por culpa del viejo que se tira a la calle, pasa la
policía y listo ¡Como en Duro de Matar!”, pero no. No pasa nada. El viejo no se tira.
Así que se
roban todo y cuando salen son baleados por unos matones que iban a
buscar la merca de Huésped y que no los habían dejado entrar y se habían quedado agazapados fuera y Latino sin
Talento es herido en un brazo pero logran escapar.
Y Muy Mal
Actor vuelve a visitar a Val Kilmer, quien nos deleita una vez más con 2
minutos de pésima actuación componiendo a aquel “joyero con trastorno obsesivo
compulsivo” del comienzo del filme, haciendo unas caras que dan mucha pena y
mirando por una mirilla la otra habitación donde tiene trabajando en calzoncillitos
blancos a una decena de mejicanos e hindúes.
Y mientras
esto ocurre Pelado Re Devuelta va a vender la coca que se robó justo al
verdadero dueño de la coca, que es el jefe de Huésped, así que el tipo le paga
2 mangos por la merca, sabiendo que es suya, y Pelado se va a echar un clorito antes
que lo maten y está apoyado contra la pared con una mano mientras con la otra
se tiene la tararira y ¿a que no saben quién sale del otro baño y le re relojea
el antebrazo, que pregona en su tatuaje “Joe - Av. De los Incas 2728 – 2do piso
a la calle”? ¡Sí! ¡Huésped!, que lo agarra de las pocas mechas que le quedan y
lo recaga bien trompadas hasta que el buchón larga todo y entonces Huésped va a
buscar a Viejo Pedorro y lo caga a trompadas y lo mata y Muy Mal Actor llega y
lo encuentra muerto (como en “Los Intocables” emulando tontamente a Sean
Connery), pero el tipo antes de morir escribió con su propia sangre en la
ventana “204” y entonces se da cuenta quién es que los está queriendo matar y
en el Grand Nomeacuerdo ya está la policía, protagonizada sorpresivamente por
Gabriel Byrne, que se ve que también anda mal de guita, pobre loco, porque
actuar en esta idiotez habiendo participado de la célebre Usual Suspects… Qué
sé yo.
Y mientras
revisan todo se oye un disparo y van a ver y es el viejito, que finalmente se
la voló.
Y después,
en un supermercado, Byrne ve a una seductora latina que tiene flor de anillote
en un dedo y le dice que de dónde lo sacó y ella le dice que se lo regaló el
novio. Por lo que Byrne descubre el intríngulis y mete en cana a Latino Sin
Talento y la policía va a buscar a Muy Mal Actor, que espera en la misma
posición que Al Pacino en Scarface pero sin un gramo de onda y la película
termina con el pésimo actor mirando la cámara.
Creo que
hacía rato que no veía nada como esto. Puedo garantizarle que es la peor
película en muchos años.
Val Kilmer
no deja de sorprenderme, el hombre está cayendo hace rato en un pozo que ya
podemos asegurar que no tiene fondo.
Mick Rossi,
el que hace de Muy Mal Actor, que también produjo, escribió y bancó esta
pelotudez, es el actor más insulso y torpe que vi en mi vida.
Si le
gustan las películas muy malas, no deje de verla. Se va a divertir a lo grande.
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