lunes, 2 de abril de 2012

Pitch Black (2000)



Con: Vin Diesel, Radha Mitchell, Cole Hauser, Keith David, Lewis Fitz-Gerald, Claudia Black y Rhiana Griffith

Dirección: David Twohy

Resulta que una nave espacial va por ahí y lleva unos tipos criogenizados en unas heladeritas. Y no sé qué pasa, pasa algo. Hay unos tiros. Pero no es que no sé qué pasa porque justo me levante para ir al baño o me dormí un toque, no. No sé qué pasa porque no queda claro qué pasa, están todos dormiditos y de golpe Pa!, Fium! Pin!, tiros. Con tanta puntería que justo hacen cagar al capitán de la nave, que ni se entera que murió ya que estaba dormido en crionosécuánto. Y la copilota, una rubiecita bastante atrayente, despierta con los tiros (eso es raro, porque generalmente, al menos es lo que suponía, cuando los tipos están en ese estado no escuchan un pomo, pero bueno, ella sí, quizás tenía el “sueño criogenizado liviano”, no lo sé) y entonces se aviva que puede que le claven un tiro a ella y abre su puerta con una palanca y se tira al piso, justo cuando cae encima de ella el otro copiloto, que también despertó y se tiró de la heladera para no sufrir un balazo.

Y entonces ella corre hacia la sala de mandos y se sienta en la butaca y comienza a apretar botoncitos y subir y bajar palanquitas (porque siempre hacen lo mismo, es tan difícil la labor de piloto de nave espacial que los tipos pueden estar re jugando o pueden incluso estar prendiendo y apagando la radio, pero con tantos botoncitos uno nunca lo sabrá).

Y el otro copiloto, desde otro sector, la reta a los gritos diciéndole que no haga lo que está haciendo (la rubia está desarmando la larga nave espacial para sacarse lastre de encima ya que deben aterrizar de emergencia en un planeta extraño y entonces no sería aterrizar, pero nunca dicen cómo se llama el planeta, así que no escorchen y dejen aterrizar a los protagonistas tranquilos) Y ella le dice que no le rompa las pelotas, que ella sabe muy bien lo que está haciendo, y logra entrar en la atmósfera del planeta y, haciendo miles de sapos, finalmente detiene su loca carrera en el medio de un difícil desierto con una luz insoportable.

Rubia se baja y mira a su alrededor, y no lo puede creer: El planeta tiene 3 soles que lo iluminan, por lo que se torna difícil encontrar una sombra ande echarse una siesta entrerriana, y vuelve dentro de la nave para despertar al resto de la trup, compuesta de manera delirante por: Una niña pelada, un coleccionista de obras de arte, un imán de una mezquita y su hijo, un policía, su copiloto y un preso más peligroso que vaticinio de Clarín y Lilita Carrió juntos (suena bastante inquietante el disímil grupo de personalidades que viajan en la nave, de seguro que algo tendrá que ver con la trama, pensé, pero no, nada que ver, no tiene nada de nada que ver. El Imán no viaja para visitar una mezquita marciana ni la niña pelada está entre el pasaje porque en el planeta al que iban había una sucursal de Hair Recovery con un producto novedoso aún no probado en la Tierra ni el coleccionista de arte viaja a comprar arte extraterrestre ni el policía lleva al preso peligroso a cumplir sentencia en otra comarca).

Así que ni bien llegan se disponen a investigar pero no hay mucho por revolver, es todo arena y 3 soles que te pegan en la jeta de manera implacable, así que se empiezan a pelear, que es lo que ocurre en este tipo de atracciones fílmicas pedorras para llenar minutos, mientras el policía le habla al preso peligroso y le dice que ni en pedo lo va a soltar, y que dos por tres va a venir y lo va a cagar a cachetazos de puro gusto.

El malo, protagonizado por un potenciado Vin Diesel (potenciado me refiero a su peor actuación sin dudas), que anda con unos anteojitos negros del tipo de soldador pero redondos como los de John Lennon porque tiene unos ojos luminosos que ven muy bien en una oscuridad cerrada pero a la luz del día duelen como la puta que lo parió, está atado a una columna, pero cuando el policía se va para que él se escape, él va y se escapa, sacándose los hombros de lugar y girando sus brazos para atrás (una vez tuve un accidente doméstico y me saqué el codo, fue muy doloroso, el viaje en ambulancia hasta el nosocomio me hizo morir de dolor, cada pocito que agarraba la ambulancia, por más leve que fuera, repercutía en mi codo y me hacía ver las estrellas. No conozco un dolor más severo que ese, pero se ve que a Vin Diesel no le hacen mal las sacadas de lugar de hombros y bisagras de ese tipo, porque se los vuelve a acomodar como si nada y continúa moviendo sus extremidades con natural soltura) y se zafa. Y escapa al desierto marciano.

Y en el lugar hay una base abandonada. Se ve que ya ha estado el ser humano en esas tierras, pero hoy está desolado. Rubia Atrayente ingresa en las habitaciones de la base y ve un ruinoso esquema del sistema solar de la galaxia que están visitando hecho con alambres y lo hace girar mientras un contador suma números hasta el 22 y vuelve a 0.

Inquietud. Pesar. Pavor.

Así que se siguen peleando al pedo y tirándose piedritas (ya no saben cómo mierda estirar la cosa) y Rubia Atrayente descubre que habrá un eclipse cada 22 días, o cada 22 horas, o cada 22 meses, o cada 22 años, o cada 22 minutos, nunca queda claro cada cuanto; por lo que se preparan y de golpe ¡Zas! ¡Es de noche! Que es el momento elegido por los temibles habitantes de ese planeta para salir y degustar unos carnosos terrícolas transpirados.

Y la película trata de ahí en más sobre cómo logra Rubia Atrayente persuadir a Policía que libere a Vin Diesel, que no va a escapar ni matar a nadie y que solo Vin Diesel puede ayudarlos a escapar ya que encontraron una nave pero tienen que conectarle 7 baterías muy pesadas que están en la nave en que llegaron y que el único que puede ir a buscarlas y volver es Vin Diesel, que tiene esos ojitos nocturnos y puede esconderse de los aliens masticadores.

Y como siempre mueren todos y se salva Toretto.

Yo sigo esperando que este hombre muera, aunque sea una vez.

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