lunes, 30 de julio de 2012

Devil Inside (2012)




Con: Fernanda Andrade, Simon Quarterman, Evan Helmuth, Ionut Grama, Ionut Grama, Suzan Crowley y Bonnie Morgan, gran contorsionista.

Dirección: William Brent Bell


Resulta que en 1989, en la tranquila localidad de Nosédónde, una mujer llama al 911 y avisa que acaba de matar a tres personas, y cuelga.
La escena siguiente nos muestra una vieja filmación a cinta que tiene fecha de 1989, de unos policías que ingresan a la propiedad, completamente desordenada al punto que uno suponga que por ahí dentro pasó el huracán Kaotrina, de Bayer°, y descienden al subsuelo, donde tres cadáveres muy bien dispuestos y muy ensangrentados se presentan en sociedad dando gran impresión.
Son un par de curas y una monja, que están hechos percha a golpes y cuchillazos.
La escena que sigue nos muestra una grabación del programa noticioso de aquel día, donde una periodista de estudios relata los hechos acontecidos mientras las imágenes del plasma arriba de su hombro izquierdo muestran a la policía llevándose esposada a una mujer muy desvencijada, muy despeinada y con mucha cara de loquita.
Y pasan un montón de años y la película se convierte en un documental, donde algunos señores muy poco creíbles explican las desventajas de ser poseídos por un demonio, una bestia del inframundo o un equipo de futbol de primera D, hasta que el documentalista entrevista finalmente a Isabella Rossi, quien acepta contar su terrible historia, describiendo con lujo de detalles cómo fue que su madre terminó internada en un psiquiátrico de alta seguridad en Italia luego de haber asesinado a dos curas y una monja.
Y a pesar de que tanto la joven como el documentalista insisten con que María está guardada con cien mil llaves en el loquero de más alta seguridad en el mundo donde habitan las almas más caprichosamente poseídas que nunca pudieron ser exorcizadas y a las que el Vaticano oculta e impide salvación ya que no acepta más el exorcismo como medida cautelar para quitar al diablo del cuerpo de un vecino, todo hace entender que, a pesar de esto, ellos podrán ingresar y filmar y ver a la pobre mujer, de lo contrario no podría seguir habiendo minutos de filmación y la película hubiera durado un cuarto de hora.
Así es que el filme comienza a estar filmado con camaritas (igual-igual que The Blair Witch Project, haciendo que a uno le den extravagantes ganas de visitar las mansiones de Daniel Myrick y Eduardo Sánchez, creadores de Blair Witch, y batirlos a duelo de pistolón antiguo por haber descubierto esta imbécil manera de engatusar televidentes que tanto éxito les remuneró y que tantos estúpidos ya copiaron convirtiendo el estilo en una huevada digna de Topa y Muni) y nos muestran a la joven Isabella yendo en auto a visitar por primera vez en 20 años a su madre y temiendo que no le permitan verla, ya que varios le dijeron que el Hospital Centrino no permite visitas. Y tal cual, llegan con el auto y un par de intimidantes y rigurosos carabinieri les prohíben el paso, pero ella les dice que viene a ver a su madre, que está internada dentro, les muestra una tonta documentación y los policías acceden con mucha precaución a que ingresen, advirtiéndoles un riguroso “non può sparare qui, spegnere la videocamera”, pero no quitándosela como hubiera correspondido si fuera en serio o para tanto, y tampoco no haciendo nada cuando claramente ven que el documentalista los sigue filmando mientras Isabella pone primera y entra el auto en el Hospital.
En el loquero son recibidos por un pelado muy parecido a John Carroll Lynch, que les advierte que María vive sedada con un implacable cocktail conformado por  miles de pastillas antidepresivas, antiespasmódicas, antiácidas, anticomunistas, antiniebla, antibalas, antiparras y antisemitas, y que no les puede permitir la visita ya que es la paciente más peligrosa del lugar, mostrándoles pruebas de archivo de cómo reacciona la internada ante la visita del médico con las grabaciones que tienen de las cámaras de seguridad, que son terribles, pero dándoles, inmediatamente después de haberles dicho que no y haberles mostrado los inquietantes videos, vía libre para que entren, visiten seguido e incluso traigan dos malos actores que hacen de curas exorcistas para quitar el demonio a la madre de Isabella en sesiones de dos horas diarias que, para colmo, duran un par de semanas haciendo que uno se pregunte si estos son todos pelotudos o piensan que uno no sabe sumar dos más dos.
Y así empieza esta estupidez que vive contradiciéndose de escena en escena, que tiene la estética inaugurada por Blair Witch Project que fue copiada ya en una docena de tontas producciones, que se nota por todos lados que es mentira, que está protagonizada, como corresponde en estos casos, por actores que hace diez años que no pegan un laburo para que uno no los reconozca y se crea que ésta es una historia verdadera, que se la pasa advirtiendo que el Vaticano “no permitió que se filme la película” cuando hay escenas filmadas dentro de la ciudad del Vaticano, que se regodea de manera absurda con que el Vaticano “no aportó dinero para la filmación”, contradiciéndose una vez más ya que si el Vaticano “no permitió que se filme la película” seguramente “no habrá puesto un solo centavo para promoverla”, donde vuelven a contratar a una contorcionista del carajo para que las escenas de posesión sean lo más reales posibles y donde realmente consiguen, por momentos, hacer asustar, y acá es donde me detengo y me pregunto, enojado:

¿Cuál es la necesidad imperiosa de los últimos años en construir estas películas disfrazadas de reales al pedo?

¿No hubiera sido mejor hacerla sin más, sin tanta alaraca?

Toda la parte de las sesiones de exorcismo están muy bien, re grapan. Pero tanto la historia, como la estética Blair Witch, Paranormal Activity y Rec ya tuvieron suficientes adelantados que hicieron bien los deberes (Blair Witch, Rec y Paranormal Activity, por poner tres ejemplos).

Basta de esta estupidez de las camaritas en mano, termínenla. Ya dan gracia con eso de “basada en hechos reales”.

Y otra cosa, la monja ciega de la tapa no tiene nada que ver con la película, hay una escena, más o menos por la mitad, en donde Isabella camina las calles vaticanas y hay un grupo de monjas charlando en un puente, y cuando Isabella les pasa por al lado la monja ciega se da vuelta y la mira, exactamente como se ve en la tapa del DVD. Y eso es todo, no aparece nunca más, no tiene nada que ver con la historia, no rescata ni asesina a nadie, no vende fasos, nada. Hubieran puesto un Fiat 600 intentando atravezar una bocacalle luego que el semáforo le diera verde, si era lo mismo...

Basta de estas películas ridículas, por dios. O por satán, si quieren. Pero basta.

Le pongo 1 Juanpablo.

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