Con: Mark
Bierlein, Tom Arnold, Michael Robert Brandon, C. Thomas Howell, William Sadler,
Mena Suvari y Steve Kosinski como el doctor “Señora Color Rosa”
Dirección: Lance Kawas
Resulta que un muy mal
actor con una peluca tremendamente tosca y horripilante dedica su vida a espiar
a tipos que le hicieron juicios laborales por invalideces varias a las
compañías para las que prestaban servicios, entonces el tipo se apersona hasta las viviendas, cámara en mano y recontra obvia peluca de cuarta en la cabeza,
con el fin de constatar que aquel gordo tiene hernia de disco o que tal flaco
quedó realmente rengo, etc. Y de todas las propiedades lo sacan cagando, pero él se la re
banca (si se bancó que el director le hiciera poner esa torpe peluca de gato
muerto se puede bancar cualquier cosa), pero un día sale a agarrar infraganti a
alguien y en lugar de sacarlo cagando ya directamente lo sacan a escopetazo limpio. Y él se
re asusta con eso, así que va a ver a su jefe, un pelado muchísimo más mal
actor que él, para manifestarle su descontento con la situación, que le pague lo que le debe y que ya no trabajará más.
El pelado, actuando de
manera realmente patética su rol, intenta relajarlo ofreciéndole un wiskicito, Peluca acepta gustoso, pero mientras espera su cheque degustando el wiskicito se da cuenta que acaba
de ser vilmente endrogado con algún oscuro fin pronto a develarse.
Luego despierta,
encadenado de pies y manos y sentado en una silla, rodeado de pelados muy malos
actores que lo observan con francas caras de matones. Él les dice que se
equivocaron de persona, que no es a él a quien buscan, pero los pelados se ríen
con sorna y le dicen que sí, que es precisamente a él a quien buscan. Y lo tiran al río.
Y Peluca se hunde con tesón, las cadenas son pesadas y a pesar que intenta
nadar hacia arriba, no lo consigue, y se va al fondo. ¿Y muere?
Desconcierto.
Inquietud. Candor.
Luego, meses más
tarde, un escritor muy pero muy parecido al mal actor de la peluca, pero sin
ésta, arriba a la ciudad ya que está escribiendo un libro sobre la misteriosa
muerte de Peluca, a quien la policía le endilgó una importante cantidad de
crímenes que se “cerraron y archivaron” justo cuando finalmente apareció su cuerpo flotando en la
bahía. Y nadie quiere hablar del tema y nadie sabe dónde está el cadaver. Escritor intenta entrevistar a éste, al
otro, al de más allá y al de más acá, pero todos son reacios a contestar sus
incómodas preguntas, así que va a un bar y habla con Otrora Bella Jovencita
(Mena Suvari, la dulce adolescente que enamora a Kevin Spacey en
American Beauty y que ahora es una treintañera más baqueteada que un Ford
Taunus L que había comprado mi padre una vez que tuvo que vender todo para
mudarse a una casa más grande) y ésta le dice que sí, que conocía a Peluca y que si quiere saber sobre su muerte, que mejor hable con Pésimo
Actor, que sabe mucho sobre el caso.
Entonces Escritor se
entrevista con Pésimo Actor en una plazoleta y éste, revoleando de manera
extremadamente exagerada los ojos hacia todos los güines con un excedido y sobreactuado temor
a que lo estuvieren vigilando, le cuenta una terrible historia de una hermana suya
que murió no sé de qué y que nunca logré conectar con la historia de Peluca, para, ni bien culminar
su cuentito y al grito de “¡no puedo hablar más, tengo una nieta!”, salir
disparando como cabaret en quiebra dejando a Escritor con gran pesar parado en
la plazoleta sin entender un pomo.
Luego se hace amigo de
su nuevo vecino, que no es otro que el inefable Tom Arnold, partenaire de Schwarzenegger
en True Lies, que está mucho más de vuelta que la pobre Mena Suvari, y que
compone de manera muy lastimosa el rol de un gordo viudo al que su triste presente lo
mantiene en un estado exacerbado de euforia y verborragia que altera sin destajo la
tranquilidad e intimidad que Escritor necesita para comenzar a escribir su
novela de una puta vez.
Así es que Escritor continúa con las inexactas investigaciones. Va a al policía, lo sacan
cagando, va del Dr. "Señora de Color Rosa" (se llama así, si no me cree, alquile
la película y listo), y el tordo le dice que no sabe de qué le habla y sigue
entrevistando gente mientras Pésimo Actor es visitado por los pelados, que lo
llevan en botecito al medio de un lago faltándole el respeto a la escena de Fredo en El Padrino II y lo ponen de un tiro justo después de
que éste, espantado, les recuerde que no deben matarlo porque "tiene una nieta".
Luego muestran a
Escritor haciendo cálculos en una tonta planilla donde descubre que, desde que
el hijo de un importante empresario de la ciudad se hiciera cargo de la poderosa compañía de su padre, ésta
consiguiera una inaplicable escalada de ganancias.
¡Ajá! ¡Ahí está el
huevo, y no lo pise!, piensa Escritor y nos deja a todos más confundidos que antes y va a intentar entrevistar al
padre del poderoso joven empresario, quien evita hacer declaraciones y sale carpiendo en su larguísima
limusina dejando a Escritor hablando solo en la vereda y yéndose de inmediato a
la reunión de directorio de su importante compañía para reprender a su hijo, a
quien la ambición desmedida, además de conseguirle ganancias inaplicables, le
está jugando una mala pasada ya que hay un tipo que “está investigando” (vaya
uno a saber qué), entonces Padre irrumpe en la reunión de directorio, infestada
de los extras más rígidos y malos actores que usted haya visto y, mediante una
imponente palmada en la mesa, le dice a su hijo que debe terminar con la
dirección que le está dando a la compañía, ya que acabarán ¡todos presos!. Pero su
hijo, que finalmente aparece en escena y tiene una edad muy parecida a la del actor
que hace de su propio padre (se ve que no consiguieron alguien que al menos
aparente menos edad) le dice que no moleste, que ya está viejo para acotar nada (también se ve
que últimamente no se miró al espejo) y que ahora la compañía la dirige él.
Y bueno, no voy a seguir
con esta basura imposible así que resumo un poco, cada tipo que Escritor
entrevista luego es asesinado por el club de los pelados, y la única que queda
con vida es Otrora Bella Jovencita, quien en realidad era la novia de
Peluca y ahora es secuestrada por Hijo Viejo como el Padre para que Escritor
detenga sus investigaciones y vaya a salvarla.
Y el tipo va y la
salva. Entra, pistola en mano y, lejos de moverse como un escritor medio pelado y sin un puto músculo, comienza a
cagar a tiros a un sinnúmero de horrorosos extras patovicas y llega a la
oficina de Hijo Viejo como el Padre y éste le da la bienvenida y le dice que
entiende que pretenda venganza, a lo que el escritor, empuñando firmemente su
pistola, le espeta, escuche bien, porque es genial:
“Digamos que el tema
en cuestión se volvió personal, usted usó a Bryan Spikes para cubrir sus crímenes. No
es más que más marioneta de un proxeneta”
Repito la última frase,
por si no la entendió:
“No es más que más
marioneta de un proxeneta”
Aún no sé qué bosta
quiso decir, pero esto hace que se traben en feroz pelea, el último patovica
que queda en pie le da un par de tontas patadas muy mal actuadas, él se
defiende y luego quedan Hijo Viejo como el Padre y Escritor fundiéndose en un voraz
y calamitoso forcejeo hasta que Hijo Viejo como el Padre logra hacerse de la
pistola y, apenas lo tiene encañonado, en lugar de darle un tiro y listo, le
sale con una estúpida e innecesaria perorata que le da tiempo a Tom Arnold, que
viene en helicóptero con un fusil de largo alcance y mira telescópica, para confeccionarle un inmediato agujero en la frente.
Y la película termina
con Escritor, Otrora Bella Jovencita y Tom Arnold en una playa con un cielo
espléndido y todos disfrutando del verano mientras Escritor, vestido de estúpido blanco
como Alan Faena, se dispone a tocar una canción al piano de cola blanco que hay
en la playa (si no me cree, alquile la película) y Otrora Bella Jovencita se acerca
confundida, ya que esa era la canción que Peluca le tocaba antes de
empomársela todos los jueves. Ella lo mira, confundida, Escritor deja de tocar, se levanta y se acerca a
la joven baqueteada, quien le desprende la camisola blanca y ve con pavor y
sorpresa una marca muy pero muy mal maquillada debajo de la teta derecha de
Escritor, y luego lo mira, emocionada, y le dice: “¡Peluca!, ¡eres tú!”, “¡¿Cómo
puede ser?!”, mientras todos nos preguntamos lo mismo, ya que si yo estuviera un año entero con una absurda peluca delante de mi santa, ésta me reconocería lo mismo el día que me la sacare.
Y Peluca la toma de
los hombros y con mucha cara de galán le dice:
Me corté el pelo (se
sacó la horrorosa peluca), me puse en forma (su cuerpo tiene menos forma que una sandía madura), cambié mi apariencia (no cambió un carajo, es el mismo actor
sin esa ridícula peluca clavada en la cabeza), aprendí como defenderme (tuvo la
suerte de enfrentarse con patovicas blandos y timoratos como nunca antes he
visto) y me concentré (esto es buenísimo: ¡Se concentró!) y se abrazan y se
besan y son felices.
No cometa el error de
alquilar esta basura incomprensible. Salvo que se quiera
recontra cagar de la risa disfrutando de una película tan pero tan mala que
entretiene.
Ponerle 1 juanpablo
sería faltarle el respeto al número 1.
2 comentarios:
Te pasaste con tu comentario, es muy cierto y me he reído como no tienes idea con tu crítica.
Felicidades compadre!
Gracias, amigo!
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