lunes, 13 de mayo de 2013

Zapreshchyonnaya Realnost (2009)







Con: Aleksandr Baluev, Andrey Chubchenko, Aleksey Dmitriev, Valeri Guryev, Tina Kandelaki, Anna Khodush y el invalorable aporte actoral de Vladimir Panchik como "Terminator Boy"

Dirección: Konstantin Maksimov


Resulta que un temerario soldado ruso está intentando derribar el avión en el que viaja porque lleva un poderoso no sé qué cosa que es muy peligroso para la humanidad o para los rusos entonces, en un momento de gran tensión vibrante, habla con sus jefes y les dice que sí, que va a estrellar el avión así deba perder la vida en ello, porque él es un recio soldado ruso, y ninguna muerte podrá doblegarlo.

Así es entonces que Soldadete, haciendo mucha pero mucha fuerza contra un taburete del aeroplano e hinchando las venas de sus sienes en el esfuerzo –por la fuerza que está haciendo, entiendo que el soldado está cambiando el curso de vuelo con sólo empujar una pared interna de la aeronave, pero no creo, aunque no sé, jamás pude comprobar la fuerza de un soldado ruso, como parámetro sólo conozco a Iván Drago, y el rubio tenía flor de fuerza, así que no sé-, logra apuntar la nariz del avión a tierra y, pocos metros antes del explosivo contacto con ésta, huye como un cobarde, saltando por una puerta abierta y propinándose todo tipo de laceraciones, magullones, escaramuzas y cornamusas.

Y todos sus jefes piensan que murió y se quedan tranquilos, no saben que está vivo y que existe la posibilidad de que lleve dentro suyo el temible virus de la ramita, enfermedad siniestra que consiste en agarrarlo a uno por sorpresa en medio de cualquier actividad doméstica y salirle frondosa y larga rama de árbol del pecho, o de la cara o del culo, dejando catatónica a la víctima por el instante en que la ramita sale a ver cómo está el clima antes de volver a guardarse.

Mientras tanto, entonces, en una cálida y acogedora cabaña enclavada en un paradisíaco bosque ruso en donde la nieve y el frío insoportable no tienen cabida, Soldado intenta rehacer su vida haciendo ejercicio. Pero los jefes lo encuentran y le dan la orden a tres extras bien pedorros que lo vayan a buscar y que lo lleven a las oficinas de la corporación donde trabajaba. Pero los extras ni siquiera logran bajarse de la lancha, Soldado los ve venir de lejos y los caga a tiros y huye mientras en la gran ciudad una dulce reportera persigue a un gordo ¿político? para extirparle una confusa declaración y sin quererlo es testigo del ataque del mal de la ramita, que lo posée de pronto en un pasillo de un edificio. Y Dulce Reportera no puede dar crédito a lo que ven sus ojos (yo tampoco, en verdad, no puedo creer que hayan hecho semejante película), que le muestran a Gordo Político de pronto en pausa con una enorme enredadera que sale de su mejilla y atraviesa a sus tres guardaespaldas dejándolos a todos unos minutos en Stand-By, como flotando en agua, así que Dulce Reportera toma su dulce cámara de fotos y flash, flash, flash, les saca unas dulces fotografías. Pero Gordo Político está consciente mientras flota enramado, y sabe que una intrusa consiguió sacarle unas fotos en ese estado amazónico-selvático, así que manda a que la encuentren, le incautaren la cámara y la corten en juliana y la hagan al wok. Y mientras espera en su despacho que sus guardaespaldas vuelvan con las pruebas para destruirlas, nuevamente la ramita, esta vez convertida en el tronco de una gigantesca sequoia del National Park de Sierra Nevada, California, lo toma por sorpresa saliéndole del pecho y ramificando sus raíces hasta su rostro, amenazándonos a nosotros, los televidentes, de que ya no hay tiempo que perder (¿?).

Y mientras esto ocurre en la gran ciudad, Soldado está volviendo del bosque para vengarse de sus jefes que han querido acabarlo y mientras carga nafta es testigo, en la sorpresa y coincidencia más inmensamente estúpida que ha dado esta tierra, de cómo un grupo de matones malísimos actores intentan reducir a Dulce Reportera y Soldado va a su rescate sin saber quién es y por qué la querían asesinar sólo valiéndose de su rol de caballero que salva a una dama y huyen despavoridos en un cautivante Audi A4 de esos que ahora han infestado la actual Rusia capitalista.

Y de ahí en más la película nos muestra cómo Soldado se une al ejército revolucionario comandado por un Che Guevara ruso re cool pero sin onda y sin sex-a-pil para acabar con Gordo ¿Político? Y entonces desconectar la rama, todo con gran guarnición de piñas y patadas voladoras mientras la rama se hace cada vez más grande depositándonos en el bizarro final del film, donde Guevara y Soldado luchan entre sí todos enredados en montones de ramas que estallan como el cristal ante las implacables patadas de Soldado, quien logra desconectar la rama ya no me acuerdo de qué misteriosa forma mientras, en otra dimensión a la que Soldado accede sin querer, lo visitan unos extraños dioses ataviados con blancas túnicas y le dicen “buen trabajo, muchacho” o “ahora morirás, cobarde” o “ahora tienes el poder de la ramita y eso conlleva una enorme responsabilidad" o no sé al final qué le dicen y se van, como yo, que me levanté y saqué el disco para ir a devolverlo completamente alelado por la incomprensión que tomó mi cabeza al ver esta ridícula película de ciencia ficción rusa que jamás entenderé.

Así que le pongo 1 Juanpablo, hubo una escena que me pareció inquietante, pero ya no recuerdo cuál era.


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