Con: Eric
Stolz, Clancy Brown, Lisa Brenner, Anne Sward y gran elenco
Dirección: John
Harrison
Resulta que en un arrojo
desmedido y envalentonado por producir la película más boluda de todo 2008, John
Harrison construyó con gran falta de criterio esta imbecilidad sine qua non que
intentaré describir sin perder la compostura de la mano de Eric Stolz, quien
luego de Pulp Fiction y El Efecto Mariposa no lograse pintar nunca más un buen
laburito de la mano del otrora serio y selectivo Clancy Brown, quien participare con
bravura en Shawshank Redemption e hiciere las delicias de grandes y chicos
poniéndole voz y magia a Don Cangrejo en Bob Esponja, pero que pareciera que
también anduviere falto de dinero en efectivo al punto de colaborar en esta imbecilidad.
Así es que Anne está por
ser condenada a muerte mediante la inyección letal de leche descremada. Está
recostada en una camilla con una batita blanca, acaba de despertar de un largo sueño y nota con pavor
que ya le clavaron la aguja, que ya la maniataron con abrojo -agachate que te…-,
y unos malísimos actores ponen gran cara de circunstancia y están por prender
el botón que manda la leche a la canulita que viajará a la vena de la joven mal
actriz a pesar de los reclamos de ésta, que se despabila de inmediato cuando ve
lo que está por ocurrirle como esos borrachos que están muy pero muy mamados e
irrecuperables pero sufren un cagazo repentino y se les pasa el pedo?, bueno,
así.
Entonces la cámara
muestra como la leche llena el cañete y recorre todo el camino hacia las venas
de Anne en el momento justo que un mal actor que hace de político o algo así,
recibe un llamado mientras el director, sin un mínimo dejo de originalidad, nos
muestra al mal actor y a la canulita con leche para generar en nosotros una
tensión que nunca llega, ya que con solo haber visto este puñado de minutos, ya
decidimos que lo mejor sería ejecutar a la joven y después, ya que estamos, al
resto de pelotudos y familiares directos que colaboran en estas primeras escenas.
Y sí, es el gobernador,
que aplaza la ejecución cuando faltaban dos o tres centímetros para que la leche
llegue a la joven y entra un mal actor a desconectarla de inmediato.
Luego, cuando la vuelven
a vestir y la encierran en una pieza del tipo FBI pero muy mal escenificada,
aparece en el plató el viejo Clancy Brown, quien le ofrece un trabajo a cambio de no volver
a intentar liquidarla con leche, ya que el gobernador “aplazó” la ejecución
pero no la canceló para siempre.
El trabajo es simple,
conectarán unos cablecitos muy improbables en la cabeza de Anne para pasarle de
manera muy rudimentaria y poco explicada los últimos pensamientos de una joven
recientemente muerta en confuso episodio, para ver si Anne puede dar con el asesino que la asesinó
asesinándola como la asesinó y dejándola asesinada en la acera.
Y Anne acepta y le
enchufan el coso y de pronto comienza a ver unos efectos especiales muy mal
logrados de unos fantasmas que se esfuman de manera muy berreta que son
(tenemos que entender esto) los pensamientos de la muertita, que se presentan
delante de sus ojos como imágenes borrosas, así es que van a visitar al padre
de la muertita y Anne se pone a tocar el piano como si fuera su propia hija cuando no sabe
tocar el piano, luego reconoce a su ex novio en la calle y lo interceptan para
interrogarlo y así con todos los conocidos de Muertita, hasta que llegan a un
departamento al que ingresan por la fuerza y se dispara una alarma pero Anne,
con los pensamientos de Muertita, desactiva la alarma ya que sabe la clave y comienza a ver bosquejos de un hombre maduro que se
viste y le ofrece champán y la invita a coger en un lecho de sábanas de seda.
Y el hombre maduro no es
otro que un célebre senador que está escalando y escalando con el fin de ser
presidente de los Estados Unidos (tienen que dejar de meter al presidente de
los Estados Unidos en este tipo de huevadas, tienen que dejar de hacerlo, por favor se los pido) y
entonces Anne descubre que en realidad Muertita era su amante y que la mujer de
Senador sabía de este romance entonces mandó a un guardaespaldas a que la acabe
(que la tirase por un balcón, no va a pensar esa asquerosidad que está pensando,
por dios!) y entonces Anne descubre todo y la policía la perdona y todos se
hacen amigos.
Así que créame, créame y
no vaya a cometer el error de alquilar esta torpeza insuperable, que este
último mes hay opciones para hacer dulce.
Que Eric Stolz haya
participado en esto sorprende pero no tanto, ya hemos visto muchos actores
venidos del colectivo Tarantino que se bajan y se toman el primer bondi a
Finisterre que aparezca, pero Clancy Brown es otro nivel de actor, debería
haberse cuidado un poco. Lamentablemente ando seco como empanada de talco, así
que no puedo tirarte siquiera un hueso, Clancy, pero hacé otra cosa, qué sé yo,
ponete de chofer de taxi, cualquier cosa es mejor que esto. De onda te lo digo.
Le pongo 1 Juanpablo, la
parte en que visitan al padre de Muertita y la protagonista lo mira y le dice
¡Papi! Haciendo entender que saltó de dentro suyo el arranque por saludarlo
como si fuese Muertita hablando por ella fue tan pero tan patético que me hizo
reír bastente.
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