Con: Masami Nagasawa, Jun'ichi Okada, Keiko Takeshita, Yuriko Ishida y
gran elenco
Dirección: Goro Miyazaki
Estreno de la Semana
Un error del destino puso esta obra
de arte en mi mano.
Fui con desilusión a intentar encontrarle a mi hija alguna película del estudio Ghibli aun
no vista.
Nos faltan algunas pero son difíciles, pretendía “Arrietty” y con gran sorpresa la conseguí, pero aunque la caja decía Arrietty y el DVD decía “Arrietty”,
cuando le dimos play salió un menú que nada tenía que ver con Arrietty
y a cambio nos mostraba a dos adolescentes
andando en bici bajo el título “La Colina de las Amapolas”. Y la pusimos, ¿qué íbamos a hacer?, y la verdad es que no pudimos dejar de verla nunca más, y nos
pasamos la semana disfrutándola.
Pero la suerte no termina solo en haber
encontrado sin querer esta maravilla, mucho más alentador fue buscar en internet
más información sobre el film para poder criticarlo y encontrarme con la
sorpresa de que quien pergeñó esta obra insuperable no es otro que Goro
Miyazaki, hijo del gran Hayao.
Así que ¿qué más podríamos pedirle a la vida
que, sabiéndonos impedidos de ver muchas películas más de Miyazaki tenemos la
fortuna de que su hijo se dedicó a lo mismo y le sale recontra genial?
Yo creo que nada, así que vea Kokuriko-zaka
kara, From up on Poppy Hill, La Colina de las Amapolas o como le
hayan puesto en el país que usted habita. No tiene nada mejor que hacer, no va
a poder con sus lágrimas y viajará de una patada en el culo a una época escolar ya
extinta en donde los jóvenes vivían de otra manera, una manera perdida para
siempre que podríamos reinstalar en nuestra idiosincrasia solo siguiendo a
rajatabla la información aquí contenida y no esperar a que un marciano en el
año 3500 descubra el dvd entre el inhóspito hielo y se lleve una errada impresión sobre
cómo éramos los seres humanos al exhalar nuestro último suspiro.
Le pongo 100 Juanpablos. O mil. Es inútil. Es la mejor película que vi
en mucho tiempo.
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