Con: Michael Parks, Justin Long, Haley Joel
Osment, Génesis Rodríguez y Johnny Depp
Dirección: Kevin Smith
Bien. Genial película de Smith. Exquisita
actuación de Parks (mi actor preferido),
superflua colaboración de Depp, a quien solo descubrimos debajo de su
maquillaje por la forma en que se mueve, potente presencia sensual de
Rodríguez, como ya nos tiene acostumbrados. Sorprende Osment, a quien no vimos
más y está grande, medio gordito y con barba, pero bien podría ponerse a
llorar, mirarnos de reojo y exclamar “I see dead people” y nos pegaríamos lo
mismo flor de sorete.
El lado flaco lo lleva con valor Justin Long,
no le da para tanto y por supuesto queda todo el tiempo relegado y en orsai
ante los implacables embates actorales Michael Parks como si estuviésemos
viendo un match de tenis entre Roger Federer y usted o yo: no le devuelve una
sola y las que consigue agarrar son demasiado aparatosas, pero qué sé yo.
Tampoco vamos a destruir demás ésta copada comedia de horror y espanto de lo
que ya de por sí la arruinaron quienes eligieron a Long para el papel
principal.
La verdad es que no le puedo decir mucho de la
trama sin cagarle la fiesta, pero la escena en que Parks y Depp hablan de
arañitas en la galería de esa cabaña canadiense no solo no tiene desperdicio
sino que muestra con fulgor por qué razón Parks es mi actor favorito.
Así que le pongo 7 Juanpablos a una película
bien boluda de esas ideales para ver un lunes mientras se clava unos
recalentados tallarines con tuco.
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