Con: Liam Neeson, Forest Whitaker, Famke Jannsen,
Maggie Grace, Dougray Scott, Sam Spruell, Don Harvey y montón de boludos más
Dirección: Olivier Megaton
Resulta que don Mills, quien a este tranco ya
debería pedir asilo político en algún país más tranquilo como Perú o Bolivia y
dedicarse a la cosecha –e ingesta- de coca encasquetando su cabezota en algún
gorrito puneño, enfrenta el comienzo de esta tontísima secuela adquiriendo un
oso panda de peluche grande como un acantilado, comprando una botella de
champaña y arremetiendo contra el timbre de la casa de su hija tres días antes
del cumpleaños para sorprenderla al grito de “siempre dices que soy muy
previsible así que aquí estoy tres días antes de tu cumple con un oso de
peluche y una botella de champaña, feliz cumpleaños” construyendo la escena más
ágil que veremos en mucho tiempo en eso de advertirnos cuán mala será la
película que seguirá a continuación, en donde la caudalosa catarata de situaciones
poco elaboradas –por no decir carentes de elaboración alguna- los terriblemente
previsibles desenlaces, la incoherente resolución de los extras que visten de
malos –donde uno prefiere morir disparándose un tiro en la boca antes de revelar
una verdad aún más berreta que su propia actuación-, el evidente deterioro
físico de Neeson –quien no puede siquiera salir corriendo por los desagües
pluviales y clava un trotecito de jubilado pocas veces visto incluso en los propios
jubilados-, la carencia total de interés del director de esta basura para que no
nos demos cuenta en el primer momento que el malo es el marido de su ex –a quien
solo les faltó ponerle un letrero luminoso en la frente- y la vergonzosa
colaboración de Forest Whitaker –quien intenta un apasionado capitán de policía
que juega nervioso con una gomita en su mano buscando algún cliché visto tantas
veces que hubiese sido preferible evitarlo- nos entregan una última –espero,
dios mío- flagelante y dramática situación por la que debe pasar esta familia
forrada de mala suerte en donde Mills deberá huir de la policía más patética y
timorata del mundo y otras galaxias para encontrar a los culpables de la muerte
de Famke, demostrar así su inocencia y aconsejar a su hija sobre cómo enfrentar
la novedad de que va a ser madre con una castigada sonrisa final.
Así que eso es todo lo que puedo decirles de
esta impiadosa calamidad fílmica en donde Liam Neeson vuelve a enterrarse hasta
el fémur en la deshonra más deleznable.
Ponerle 1 Juanpablo sería aún más deshonroso
No hay comentarios:
Publicar un comentario