lunes, 2 de noviembre de 2015

The Cokeville Miracle (2015)






Con: Nathan Stevens, Jasen Wade, Caitlin Meyer, Mason Davis y elenco

Dirección: T.C. Christensen


Resulta que en un alejado poblado –esto es una historia real, así que tenga cuidado y créasela-, un lunático más mal actor que nada de lo que usted haya visto se dispone a probar cómo matar niñitos con una bomba que trasforme el aire en fuego porque es un genio incomprendido que logró con su inteligencia desmedida entender “la resurrección” con una simple calculadora de mano que tipea tan tontamente que uno se da cuenta que no está haciendo ninguna cuenta –aparte ¿cómo entendería la resurrección con una simple calculadora de mano?- mientras su mujer –otra mala actriz de esas de temer- lo mira encandilada por su supuesta grandeza hasta que finalmente y con todas las pruebas llevadas a cabo van y toman un colegio, se encierran con los niños dentro de un salón y piden al gobierno de los Estados Unidos 200 millones de dólares de lo contrario todos morirán.

Y para colmo todos los policías del poblado se encuentran lejos de la ciudad y para cuando son advertidos de la toma deben volver pero están en diversas rutas y a horas del lugar, y el sheriff, padre de dos de los niños secuestrados, corta su radio, golpea el techo de su móvil, acelera a fondo y ruega a Dios hasta que de pronto se retracta, mira para arriba indignado y le espeta al viejo de barba con ojo triangular que todo lo maneja desde las nubes: “Pero qué te voy a pedir a vos, si no estás ahí…” –el sheriff no cree en Dios-.

Y los minutos corren y los actores de reparto son aún más pedorros que los que consiguieron como protagonistas y la película no podría ser más mala hasta que Lunático debe ir a echarse un cago entonces deja las riendas de la bomba a cargo de su mujer, a quien le advierte que no podrá moverse demasiado, que el solo hecho de rascarse la nariz hará activar el dispositivo resurreccionista y se habrá acabado la historia, momento aprovechado por una de las maestras –una vieja muy mal actriz- quien intenta persuadir a la esposa de Lunático para que no sigan adelante con esta pesadilla y la mujer del lunático no solo no se queda tiesa como le dijo su marido sino que en lugar de rascarse la nariz directamente se acomoda un mechón de pelo de arriba del coco mucho más alejado que sus fosas nasales y ¡Booooooom!, la bomba explota y un reguero de balas comienza a dispararse para todos los rincones, los niños corren con mínimas laceraciones en las mejillas y el tarro con balas de fusil dispuesto para que estas se disparen en todos los ángulos no se termina nunca y los niños siguen corriendo y escapando del lugar y de las locas balas mientras Lunático sale del baño, se da cuenta que todo terminó y se suicida y, aunque usted no lo crea: No muere un solo secuestrado.

Así es que Sheriff comienza a investigar más que quién era o porqué lo hizo sino qué fue lo que motivó que nadie resultara demasiado herido y solo se hayan acreditado rasguños y alguna que otra quemadura superficial. Y cada vez que entrevista a un niño sobreviviente, éste le señala que en realidad se salvó porque lo protegió un ángel a quien describe y siempre termina siendo una abuela muerta o una tía que ya no está. Sheriff no puede creer semejante cosa y lo consulta con su almohada y su mujer –más creyente que el propio Papa Francisco- quien lo reta y le dice que tiene la verdad ante sus ojos y no la quiere ver.

Y tanto discuten y las entrevistas con los sobrevivientes son tan elocuentes que ese domingo finalmente Sheriff decide acompañar a su familia a la iglesia pero no entra, se queda en la puerta. Y su mujer, harta ya de estar harta, ya se cansó, le dice que lo quiere mucho, pero que si no va a creer en Dios entonces no podrán seguir juntos y de a poco Sheriff va entrando, ve a los chicos con curitas en las mejillas cantando villancicos y se quiebra y llora y se arrodilla y la mujer lo ve por un vidrio entonces sale y lo mira sorprendida y fuertemente conmocionada, y no le dice nada pero en sus ojos se advierte la pregunta casi afirmada que estalla de alegría y orgasmo en su mirada “Aleluya!!! Ahora sí crees en Dios!!!” y se abrazan y no se separarán porque Sheriff se hizo católico apostólico romano porque no pudo más que aceptar que fue Dios quien salvó a esas criaturas y yo le agrego, para que se quede tranquilo y no salga de su país, que Dios es norteamericano y que solo salva niñitos presas de un lunático y abandona a otros niñitos sirios o africanos o niñitos que viven en Irak que son volados por el aire por el mismo gobierno estadounidense que erra la puntería cuando pretende aniquilar lunáticos extranjeros así que quédese tranquilo, Sheriff que nació en el lugar indicado.


Incalificable basura propagandística de la iglesia.

2 comentarios:

Unknown dijo...

Te recomiendo que al hacer alguna crítica lo hagas con la seriedad adecuada. Tal ves no parezca una gran película, pero si tan sólo investigaras como "todo buen critico" sabrias que fue un hecho real, y obviamente la película es una dramatización del acontecimiento real que fue en dicho poblado en 1986. Amigo investiga antes de hablar por favor

Unknown dijo...

No se hace católico el sheriff. No sabes hacer críticas