martes, 19 de julio de 2011

Luces del más allá (2007)





Con: Nathan Fillion, Kate Sackhoff, Craig “Trompeta de miedo” Fairbrass y la patética colaboración de Adrian Holmes

Dirección: Patrick Lussier

Abe (Nathan Fillion) es un yankie cuarentón al que la vida le sonríe. Tiene una esposa perfecta y rubia y un niño divino y rubio también. Y es muy feliz. Y encima es su cumpleaños, así que Mujer lo espera para desayunar en el hermoso parque que tienen detrás de la casa (¿vio que en Norteamérica los tipos de clase media viven como verdaderos potentados? Quiero ir a vivir ahí, ya se lo dije, ¿no?), mientras Hijo se hamaca y el día está soleado y sin viento. ¿Qué más le puede pedir este hombre a la vida? La felicidad fluye por sus poros como manantiales de inusitada alegría. Ah, Norteamérica… ¡Qué tierra abundante!

Pero de pronto, y mientras se prueba el espléndido reloj que Mujer le obsequió, nota que ésta pone cara rara y se queda como aturdida, cerrando un ojo y cabeceando repetidamente como si fuera presa del más severo tic nervioso mientras balbucea extraños preceptos en un oscuro y añejo idioma. Él le pregunta si se encuentra bien, pero ella no le da importancia a lo sucedido y se van a pasear en su BMW X5. Y paran a almorzar en un restorán al paso y comen y son muy felices. Pero Mujer comienza nuevamente con sus tics, esta vez mucho más severos, mientras pone cara seria y larga otra vez el discurso en ese incomprensible idioma con una voz gruesa como la de Barry White, pero un día que Barry White esté con el pecho tomado, con un fuerte bronco espasmo, una cosa así. Y Marido le pregunta, tomándola de la mano, - ¿te encuentras bien -. (No. No se encuentra bien, Abe. Se encuentra mal. Se encuentra para la mierda. Nadie que se encuentre bien larga esa perorata inentendible en esperanto con la voz de belcebú. No seas tan idiota, loco)

Y mientras esto ocurre entra en el restorán un grandote de tapado de cuero negro y apunta a Hijo y Mujer y los pone de varios tiros. Luego mira a Abe y le dice, compungido, “Lo siento”, poniéndose el arma bajo la pera y disparándose.

Así que un garrón, pobre Abe, no entiende nada. Lo que sí entiende es que es viudo y perdió a su hijo y está solo. Y su vida es una mierda. Para colmo el único amigo que tiene es el peor actor que vi en mi vida (Adrian Holmes) que lo toma de la mano y le dice todo el tiempo que “todo va a estar bien”.

Y una noche Abe se hincha las pelotas y se clava como 50 pastillas con whisky, suicidándose. Pero Mal Actor es muy rompepelotas y muy de asediarlo todo el tiempo, y va a su casa a ver cómo anda cuando aún el suicidio no se hizo efectivo y lo lleva a emergencias. Y lo salvan, quedando Mal Actor como Syd cuando rescata con respiración boca a boca a Scrap cuando éste ingresaba a las puertas doradas del edén de las bellotas.

Entonces Abe se despierta algo confundido y se encuentra en un hospital y no entiende nada. Y viene un médico y le pregunta cómo se siente y le explica que estuvo literalmente muerto unos minutos. Que es un milagro que lo haya podido rescatar. Pero Abe lo ve raro, el médico tiene una luz que lo rodea.

Y bueno, la corto porque sino esto se va a extender hasta límites inmerecidos. Abe ve una luz alrededor de gente que morirá inminentemente. Y para cuando se da cuenta de su nueva virtud, comienza a intentar salvarlos. Ve un viejo lleno de luz caminando por la calle y se para a hablar con él, de esta manera lo demora y el auto que lo atropellaría unas cuadras más adelante pasa primero, ¿se entiende? Bien.

Pero no todo es tan sencillo, resulta que las personas que Abe salva se transforman en loquitas y pocos días después de haber sido rescatadas se ven envueltas en confusos accidentes donde mueren varios que nada tienen que ver, entonces Abe se da cuenta que la ecuación no es buena, porque si por cada tipo que salve después se van a morir 4 o 5…, mejor no salva más a nadie.

Y comienza a investigar y descubre que el tipo que mató a su mujer y su hijo en realidad no murió, está en un convento para loquitos con la cara desfiguarada (aparentemente el tiro rebotó en una muela y salió para afuera en lugar de surcar el cráneo). Y resulta que el tipo mató de un tiro a su mujer y a su hijo porque días atrás los había salvado de una muerte accidental y ahora se encontraba en la misma situación que Abe. Porque Grandote también veía luces rodeando futuros muertos.

Y para colmo la enfermera que cuidó a Abe mientras estaba internado, con la que encima está intentando tener una relación de pareja tiene una luz que la rodea. Y él la rescata pero después decide matarla y lo hace en el mismo bar donde murieron su mujer e hijo, pero lo hace bien despacio para que los policías que justo están desayunando unas mesas más atrás lo vean y le apunten amenazándolo de muerte. Pero el dispara y la mata. Y los policías lo matan. FIN.

Muy chota. Muy mal actuada. Muy obvia. Muy. No pierda el tiempo.

Le pongo 2 Juanpablos.

5 comentarios:

Unknown dijo...

A mi me pareció buena, pues no se trata de tener un don luego de salvarse de morir y ser el heroe, al contrario por querer hacer algo bueno. Al final tiene que matar para que todo vuelva a su curso natural; además del conflicto psicológico al darse cuenta que debe convertirse en la misma clase de hombre que mató a su amada familia.

Unknown dijo...

A mi me pareció buena, pues no se trata de tener un don luego de salvarse de morir y ser el heroe, al contrario por querer hacer algo bueno. Al final tiene que matar para que todo vuelva a su curso natural; además del conflicto psicológico al darse cuenta que debe convertirse en la misma clase de hombre que mató a su amada familia.

Unknown dijo...

"Si salvas la vida de alguien eres responsable de esa" a mi parece que plantea algo interesante, pero si es malisima, 😥

LaSoMoRi♥♥♥ dijo...

C marmota :v

LaSoMoRi♥♥♥ dijo...

C marmota :v