sábado, 16 de julio de 2011

The ministers (2009)





Con: John Leguizamo, Harvey Keitel, Florencia Lozano, Diane Venora y Wanda de Jesús

Dirección: Franc. De Reyes


Harvey Keitel es un policía pelilargo de Nueva York que tiene un compañero mejicano. Transcurre el año 1993 y el director quiso mostrar a Keitel más joven poniéndole el pelo largo, pero Keitel está arrugado como pasa de uva, así que queda como el culo. Y uno se da cuenta en ese instante, cuando surca el minuto 3 o 4, que está por sumergirse en una gran bosta fílmica. Así que tome aire y relájese, porque falta mucho aún para que esto termine, ya que todavía ni empezó.

Entonces Mejicano deja de patrullar las calles con su compañero porque debe ir a comer con su mujer y su hija adolescente y Keitel le hace la pata y le dice que no se preocupe, que coma tranquilo y que disfrute de su familia. Y Mejicano lo saluda abrazando a su hija mientras Keitel se queda a un lado del coche de policía sonriendo (la escena es muy feliz, danger) y Mejicano se va caminando (y uno ya sabe que va a ser boleta; primero y principal porque es mejicano, y segundo porque Keitel no se va a morir en la primer decena de minutos… Rol súper descartable el de este pobre actor de reparto) Y en efecto, vienen 2 tipos con unas capuchas y unos flequillos lacios y largos al punto de taparle toda la cara y le cagan un tiro en el cuello. Y Mejicano muere. Y pasan 15 años. Y nos encontramos en la actualidad.

Keitel ya está viejo (siempre lo estuvo, solo que ahora le cortaron el pelo haciéndolo parecer bastante a mi abuela Mary) y se está por clavar un desayuno súper inflado de grasas, con panceta, huevos revueltos y café negro (al que le agrega un chorrito de una bebida blanca dejando de parecerse a mi abuela Mary con esa actitud ya que ésta solo tomaba té con leche con galletitas express) y llega su partenaire, que es una joven policía a la que nuestro director quiso hacer ver que era linda y no lo es tanto. Y bueno, salen a patrullar, Keitel está por jubilarse y su partenaire es la adolescente que en el 93 casi muere cuando asesinaron a su padre (o sea, la hija de Mejicano, por lo que la llamaremos Mejicana). Y van patrullando, van patrullando y de golpe: tiros en un barrio merquero. Y cuando llegan están todos muertos y hay dos prostis muy acongojadas, sobre todo una de ellas, que no para de llorar completamente perturbada por el acontecimiento del que tuvo que ser testigo. Mejicana la consuela y le dice que se relaje y que le cuente qué pasó, y la prosti le dice, con los ojos inundados de terror, que nunca había visto nada igual, que jamás olvidará lo que ocurrió (describiendo a los flequilludos; y no es para tanto, porque yo ya los vi y no dan terror..., más bien parecen 2 Ramones desertores que finalmente decidieron dejar de vapulear las guitarras eléctricas y agarrar un arma, elemento más efectivo a la hora de chorear, así que marche una sobreactuación a la derecha). Y entonces Mejicana se pone muy mal porque esto significa que los Ramones que mataron a si propio padre hace más de 15 años volvieron al ataque. Y Keitel la consuela.

Y los Ramones hacen siempre el mismo numerito, van y matan a unos dealers y dejan sobre sus muertos cadáveres unos cuadernitos con plegarias. Y no tiene fundamento el raid delictivo de los Ramones, no tiene ni ton ni son. Como la película, que tampoco tiene ton ni son.

Los Ramones son interpretados por John Leguizamo, que no necesita para nada aparecer en una película clase B mejicana (Harvey Keitel menos que menos) visto y considerando que desde hace una década le hace la voz a Sid, la marmota de Ice Age, por la que debe cobrar varios palos verdes así que no lo entiendo, inmolarse de esa manera gratuita. Pero uno no está en este planeta para señalar esas cosas. Si pretendemos vivir en un mundo libre debemos permitir que cada uno haga de su culo un pito. Así que si John Leguizamo quiere hacer esta película puede hacerlo. Y si mañana decide pegarse un tiro en las pelotas también tiene mi OK. Viva la libertad de expresión.

Y los Ramones son hermanos gemelos (por eso el que los interpreta es un solo actor) y se llaman Perfecto y Dante. Perfecto tiene una horrible cicatriz en el lado izquierdo de su rostro por culpa de un incendio cuando era un niño y Dante no (por lo que deberían intercambiar sus nombres al menos). Y siguen matando vendedores de droga con esas ridículas pelucas flequilludas mientras Keitel y Mejicana comienzan a investigar los crímenes.

Y los “Ramones Leguizamos” en realidad lo que quieren es matar a Keitel, porque Keitel mató a su hermano mayor, Luís, que era un joven predicador mejicano de pulóver escote en V bordeaux y corbata y pelo bien cortado y engominado. Un lujo de pibe. Un encantasuegras. Más bueno que la mierda. Nunca vi en mi vida un mejicano más bien parecido y más limpio en toda mi vida. Y fue asesinado sin excusas. Así que ahora pagarán.

Pero Dante se enamora de Mejicana y comienzan a salir y Perfecto se entera y se va todo a la mierda. Dante y Perfecto comienzan a discutir, Dante no quiere seguir matando dealers y mucho menos se le cruza por la cabeza matar a Keitel porque cambió, porque Mejicana lo hizo cambiar. Pero Perfecto no tiene nada que perder y va a vengar la muerte de su hermano de escote en V. A parte está feo y desfigurado y no la va a poner nunca más, así que no le teme a la muerte.

Y esta idiotez termina con Perfecto disfrazado de Ramone apuntando a Keitel, Dante pidiéndole que no lo haga. Mejicana dándose cuenta de que se estaba empomando al asesino de su padre y Keitel confesando que el que mató a “Escote en V” fue él y no el padre de Mejicana, y que todo fue un absurdo accidente. Todo a los gritos.

Y llega la policía con un carro y dos tranvías para a toda la familia encarcelar, y baja de un móvil la jefa de Keitel (que es la puta forra que le corta el mambo a DeNiro en Flawless cuando éste queda medio paralizado por una embolia y pasa de bailar el tango como un winner a bailarlo como un pusilánime) y le clava varios tiros a Dante en la espalda mientras Mejicana le agujerea la cabeza a Perfecto, dejándolo imperfecto en el suelo.

FIN.

Cualquiera esta película hija de la chingada que alquilé. Muy mal dirigida, muy mal filmada, tiene onda serie de TV de los 90. Keitel está horrible, horripilante. Para mí que el director pensó que Keitel servía como presencia, que con el sólo hecho de hablar ya garpaba, debe haber visto Pulp Fiction y debe haber supuesto que esa actuación no tenía ningún consejo de parte de Tarantino. Y se equivocó, porque está bien claro en este filme que Keitel no sirve para nada si no lo dirige alguien pulenta.

Todos trabajan asquerosamente, por lo que aprovecho este emotivo acto para galardonarlos de manera colectiva con el premio "Val Kilmer" a la mala actuación de la semana:





No le pongo ningún Juanpablo. No se lo merece.

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