Con: James Franco, Jonah Hill, Seth Rogen, Jay Baruchel, Danny McBride,
Craig Robinson, Michael Cera, Emma Watson y muchísimos más célebres que hacen
de ellos mismos
Dirección: Evan Goldberg y Seth Rogen
Y así como la película de ayer sobre un supuesto fin del mundo era muy copada, acá tenemos otra opción que no, para nada. Lo lamento por aquellos que
amaron esta estúpida atracción fílmica, pero no.
James Franco y Jonah Hill ya están para otra
cosa, ya juegan en ligas mundiales y lejos quedó la época en la que hacían de
adolescentes pajeros o jóvenes fumones.
No me pasó nada de nada. Me aburrió. Me dio
vergüenza ajena. Me dio lástima que tipos que me sorprenden con actuaciones
comprometidas como 127 Hours o The Letter en caso de Franco, o Wolf
of Wall Street y Cirus hablando de Hill se equivoquen
de esta manera y vuelvan el tiempo atrás para protagonizar esta tontería.
Tengo que admitir que hubo tres o cuatro
momentitos que estallaron una inevitable carcajada en mi boca, pero la sola
participación de Danny McBride, tipo sucio y desagradable si es que hay uno en
Hollywood City sumado a las escenas de cocaína y sexo asqueroso de Michael Cera fueron
suficientes para dilapidar una película estúpida y necia que muestra con
espanto lo al pedo que están las estrellas de Hollywood treintañeras, la cantidad
innecesaria de plata que tienen más la cruda realidad de que si no se juntan
entre ellos para aburrirse de la forma en que lo hacen, deberían pegarse un
tiro en las pelotas.
Y ese flagelo que supuestamente sufren podría
haber sido contado de manera más seria y hubiese sido un golazo de media
cancha, pero esto es una huevada desfachatada que no deja nada productivo.
Le pongo 2 Juanpablos.
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