Con: Anwar Congo, Herman Koto, Syamsul Arifin,
Yapto Soerjosoemarno, Safit Pardede, Jusuf Kalla, Adi Zulkadry, Soaduon
Siregar, Suryono, Haji Marzuki, Haji Anif, Rahmat Shah, Sakhyan Asmara y un
montón más
Dirección: Joshua Oppenheimer
Tres días me llevó ver The Act of Killing. No
pude hacerlo en un solo tirón. Pero no por no contar con el tiempo que
desplegaba este insuperable documental de Oppenheimer sino por la falta de
estómago para poder soportarlo. The Act of Killing es un documental
insoportable.
Intolerable. Las escenas en donde estos
asesinos recrean sus épocas de masivas matanzas son indigeribles.
Incocebible. No me entra en la cabeza cómo es
que Oppenheimer consiguió reunir a estos seres despiadados para que colaboraran
en primera persona de este desesperante documental.
Incomprensible. Claramente en el mundo hay
distintas maneras de ver las cosas y hay países más desarrollados culturalmente
que otros, pero que en 2015 haya represores libres y tomados como héroes que se
pavonean de sus pseudo logros incluso dando notas en la TV pública es algo que
ni siquiera podrán explicarme con terminología que pueda comprender.
Y eso es todo lo que puedo decir de The
Act of Killing aun afectado por la experiencia –terminé de verla ayer por la tarde-. Creo fervientemente que si
Anwar Congo no experimentaba esa transformación final –que es sin duda el regalo a tanto sufrimiento del público- hoy no
estaría escribiendo esto y directamente no hubiese siquiera criticado el film,
me lo hubiera guardado para mí solo, que es lo que hago cuando algo muy feo me
sucede.
Tenga cuidado, que esta película no es para
todo el mundo. Es obscena para el alma.
Imagine que aquí en Argentina hoy hubiera una
juventud anticomunista que congrega a millones de jóvenes dispuestos a
aniquilar al bando opuesto y que los asesinos de la dictadura de Videla fueran
héroes de guerra forrados en guita que se pasean por las calles de Buenos Aires
en descapotables fumando puros y yendo de una entrevista a otra con camisas coloridas,
sombreros blancos y Rolex de oro como si fueran los Rolling Stones y, para
colmo de colmos, los actores del documental no son otros que los verdaderos
culpables de las atrocidades que cuentan.
Joshua Oppenheimer consigue quedar para
siempre en la historia del cine mundial con “The Act of Killing”, el
documental más espantoso y fellinezco que vi en toda mi vida.
Le pongo 10 Juanpablos.
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