lunes, 19 de octubre de 2015

Disaster Wars: Earthquake vs. Tsunami (2013)







Con: Joe Estevez, Priscilla Barnes, Reggie Bannister, Pete Punito, Joseph Michael Harris, Kelly Erin Decker, John H. Mayer, Kraig Dane, Marlene Mc'Cohen, Erica LaRose Max Kleinman, Shawn C. Phillips, Bivas Biswas y la impactante colaboración de Jenny Allford, quien al menos está bastante buena

Dirección: David Palmieri


Resulta que unos escenógrafos de cero monta agarraron el baño de la terminal de Ómnibus de Casilda, acá en la provincia de Santa Fe, y le pegaron unas telas negras y encajaron dentro a cuatro actorcetes muy pero muy mal pagados y, sobre todo, tremendamente patéticos en eso de actuar y les ordenaron que hicieran de cuenta que viajaban en un compacto mini submarino que viajare por el fondo del océano en busca de alertas terremotiles cuando de pronto un asistente de grabación golpea un tacho con un palo intentando ilustrar nuestras orejas con supuesto golpes que recibiera el mini submarino de rocas muy mal hechas que le caen encima y todos nos dimos cuenta que un asistente le dio un palazo a un tacho y entonces el clamor, el pavor y el horror se aferran con real mal tino a los rostros desencajados de los cuatro actores dentro del baño de Terminal, quienes piden auxilio a la lancha que los tiene enganchados de un cable pero la fatalidad, la mala suerte y, sobre todo, la terrible –casi diría tremenda- mala actuación del estúpido extra que maneja el malacate los confiere a un triste final por implosión en el fondo del océano. Y todos, sabiéndose ya flujos humanos mezclados con agua de mar, se toman las manos y piden una plegaria y explotan. O implotan, en realidad.

Luego, en un pobrísimo set de filmación en donde incluso mi mujer pasó caminando, echó un vistazo y, sin siquiera padecer el diálogo que se suscitaría luego y con la única herramienta de haber presenciado la escena en donde un exagerado gordo con camisa hawaiana y una actriz berreta hacen de cuenta que están en el Centro de Captación de Tsunamis tipeando boludeces en sendas notebooks de bajo presupuesto, agarró y dijo “Mmmm, dios mío, qué película mala” y se fue a la cocina, Gordazo de pronto advierte lo peor: Un electrocardiograma le tira tremendo movimiento telúrico y advierte a su compañera de escena, gira su silleta y saca de la impresora unos papeles que ya estaban ahí antes de que siquiera comenzaran a filmar –los debe haber puesto incluso el propio director del film-, pone cara de aterrado, mira con espantosa improvisación un portarretrato con una mujer del año del culo –es una foto de los ‘80s con una china muy parecida a Imelda Marcos- y huye, advirtiéndole a su compañera que debe rescatar a su amada, pero ambos mueren porque no hay tiempo. Un mega tsunami que tiene olas de 500 metros de alto arrasa Haway y mi paciencia con una mala calidad y una falta total de criterio que, realmente, jamás supuse experimentaría.

Pero ahí no terminan los infortunios que padecía anoche mientras me deleitaba con esta bosta sin igual: Un extra enfundado en ropas militares debe retirar de su residencia al célebre doctor Pirulo y llevarlo al bunker presidencial, donde una mujer muy parecida a la jueza Servini de Cubría hace de vicepresidenta de los Estados Unidos y está esperándolo con otro extra disfrazado de militar aunque sin siquiera líneas para expresar nada y una jovencita que le mostrará que todos moriremos por un tsunami con olas de 500 metros de alto, pidiéndole por favor al doctor Pirulo que haga algo para evitarlo. Y el doctor Pirulo es lo suficientemente boludo para haber aceptado trabajar en este film de recontra cuarta, pero tampoco tan boludo, así que se encoje de hombros y le dice que eso es imposible en el momento en que un exótico millonario con acento raro, mucha pinta de cancherito, un yate y una rubia en mini bikini, le advierte a los Estados Unidos de Norteamérica que tiene un satélite que aniquila tsunamis y que, por esta única vez y a modo de presentación, les hará la gauchada de anularlo gratis.

Y ahí, amigo lector, querida lectora, es donde los dejo con la duda y los invito a que hagan el sacrificio y vean esta obra maestra del cine horrible, porque hacía mucho que no veía nada igual y, para ponerlo en contexto, “San Andreas Cuake” es The Godfather al lado de esta impúdica tontería.

Así que no se la pierda.

Disaster Wars: Earthquake vs. Tsunami es la mejor alternativa para ver esta noche y escupir pochoclos de la risa.

Ponerle 1 Juanpablo sería flattarle el respeto a películas que sí lo merecieron.





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