jueves, 9 de junio de 2011

Conspiracy (2008)




Con: Val Kilmer, Gary Cole, Jennifer Esposito y gran elenco.

Dirección: Adam Marcus

Val Kilmer es un viejo y experimentado soldado (Val Kilmer es un viejo, lo de “experimentado” o lo de “soldado” es relativo) que va a una misión en Kuwait o Irak o Telaviv o Casilda, nunca queda claro esto, para asesinar a un importante general del ejército extremista de algunas de las localidades arriba mencionadas.

El personaje que Val debe componer es un hombre al que la vida no le fue fácil en ningún aspecto, entonces optó por lo seguro, hacer cara de recio, con la mirada perdida en un punto fijo y no hablar casi nada, sólo contestar con monosílabos. Y tiene un mexicano buey siempre al lado, que habla hasta por los codos. Ambos tienen que ir a esa misión y Mexicano le habla y le habla en el viaje en choper de que cuando vuelva esto y cuando vuelva lo otro, y le dice que lee mucho y que ahora está leyendo este libro de conejitos cariñosos (sí, créame, está leyendo un libro de conejitos cariñosos) y se lo muestra y Val mira la tapa y continúa con su mirada clavada y atornillada en el zócalo que tiene enfrente para seguir ensimismado en sus oscuros pensamientos.

Y bueno, aterrizan y los matan a todos. Y Val hace cagar al general casildense en un santiamén, porque a pesar de ser un viejo experimentado, es muy expeditivo, temerario y seguro de sí mismo american soldier. Pero cuando se están por pegar la vuelta, viene una nenita con una mochila y le dice algo a Mexicano, que se agacha y la mira con ternura (¿vieron que los soldados yankies siempre son muy buenos y les dan chocolatinas a los niños? Qué buenos que son los soldados yankies, no como esos malvados extremistas de turbante y barba…) y Val se da cuenta y Mexicano también y entonces Mexicano cubre a Val y la nenita explota.

Ambos están muy malheridos, pero de inmediato viene una cuadrilla de médicos a socorrerlos que intentan subir a Val al choper mientras que a Mexicano no le dan ni pelota. Pero Val le dice al médico que suba primero al mexicano Buey y el médico mira al mexicano, que está tirado en el piso tosiendo sangre que corre por sus mejillas y le dice que no, que no hay tiempo (como diciendo, déjelo, capitán, tenemos muchos mexicanos en casa, podremos reemplazarlo) y Val lo toma del pecho y le dice, enérgico, que suban al mexicano o los dejen a los dos. Y entonces el médico hace cara de “que le vamos a hacer” y sube a ambos.

Y luego la película nos muestra a ambos marines recuperándose en una de esas carpas en donde estiban soldados rotos o en reparación y Mexicano está leyendo por cuarta vez el libro de los conejitos cariñosos y viene Val y le regala un nuevo libro (que ojalá sea de putas, porque no podés ser soldado y leer esa idiotez, Mexicano, déjate de joder). Y se ponen a charlar. Val está con muletas.

Y después pasa el tiempo y Mexicano se asentó en un pueblo de Arizona y llama a Val todo el tiempo para invitarlo a vivir con él, le dice que es un pueblo nuevo y muy próspero, que puede reiniciar su vida ahí. Pero Val está con una india muy pero muy linda con unas tetas increíbles, meta darle a la matraca, se levanta sólo para tomar ginebra con pastillas y atender el teléfono cuando Mexicano lo llama (y lo llama a cada rato, es muy insistente y le corta todos los polvos).

Entonces Val se decide y viaja a Arizona (no queda claro si Mexicano lo convenció o si en realidad quiere ir a buscarlo para cagarlo a trompadas por haberle cortado tantos polvos) y se toma un colectivo que lo lleva hasta el recomendado pueblito, que está más lejos que la mierda.

Y llega al pueblito y todos lo miran mal, las mujeres cierran sus ventanas y los hombres dejan de hacer lo que estaban haciendo y lo siguen con miradas perplejas mientras Val, bolsito al hombro, se pasea por la calle principal. Él se da cuenta que lo miran como el culo pero no les da pelota y le pregunta a un niño si sabe dónde vive Mexicano, pero el niño lo mira con espanto y sale disparado con la bicicleta. Le pregunta a otro y lo mismo, y a otro. Nadie sabe quién es Mexicano (en realidad todos lo saben, pero se hacen bien los pelotudos, y Val debería darse cuenta, pero no).


Entonces se acerca a la biblioteca del pueblo, que es atendida por una joven muchacha y se pone a buscar libros para llevarse al cuarto de hotel, y encuentra el de los conejitos cariñosos, y lo abre y tiene las inscripciones que Mexicano le hacía, tomando nota de cosas que le habrían llamado la atención. Entonces le pregunta a la muchacha si ella conoce a Mexicano, a lo que la muchacha le responde que no, cambiando su cara de dulce anfitriona por una de “Dios mío, que pedazo de retorcijón me agarró, si no voy al baño en este instante me voy a cagar encima” y le dice que no le va a poder prestar ningún libro porque se quedó sin los papelitos dónde anota los préstamos. Él insiste, pero ella le dice que no puede darle el libro y le pide que se retire.

Entonces Val se mete en el restorán al paso que hay en Villa Muerte o como se llame este pueblucho infecto y pide unas alubias con chile o algo así. Y entra en el lugar el dueño del pueblo con sus secuaces y se le sienta al lado y comienza a perturbarlo, demostrándole con mucha amabilidad, mucha sorna y mucho sarcasmo, que él es quien manda, que no lo quiere ahí, y que debe retirarse de inmediato si no quiere terminar desaparecido, pero Val no se va, insiste en averiguar qué le pasó a su amigo mexicano y los malos lo meten preso y después se lo llevan al desierto y le pegan un tiro. Y Val cae por un desfiladero, pero no está muerto porque tiene un chaleco salvavidas.

Y hasta ahí llegó mi amor, porque me dormí, fastidiado y ofendido, porque hasta ese momento en que caí rendido de sueño y aburrimiento, nunca jamás en toda la película apareció un solo marciano. Ni uno. Y en la contratapa dice, claramente:

“Val Kilmer junto con Jennifer Esposito (Crash) y Gary Cole (Office Space) protagonizan esta explosiva película de acción que relata la historia de un veterano de guerra que comenzará a hacer justicia en un pequeño pueblo fronterizo. Después de ser herido en una pierna, decide ir al rancho de su mejor amigo para comenzar una nueva vida pero al llegar se entera que su amigo ha desaparecido misteriosamente y peor aún, nadie admite haberlo conocido cuando eventualmente descubre una corporación que está llevando a cabo una misión en contra de los alienígenas ilegales y al parecer está relacionada con la desaparición de su amigo.”



Y falta re poco para que termine, y la tuve que devolver. No creo que los marcianos ilegales hayan aparecido en los últimos 20 minutos. Así que me siento estafado y exijo la devolución de mi dinero.

Más allá de la indignación que me produjo la falta de marcianos en el filme cuando fueron ofrecidos en la contratapa, vuelvo a lo mismo de siempre, ¿qué coño le pasó a Val Kilmer? Porque nunca fue gran cosa pero tenía un nivel razonable. Actuaba en películas “7 Juanpablos”, ¿cómo pudo caer tan bajo? O quizás la pregunta sea ¿por qué razón? La vez anterior, cuando critiqué la del mamut congelado, creo que imaginé que tendría que haber necesitado cambiar el empapelado del living y no tenía plata, pero ya van varias películas muy malas que hace. No son ni clase B. Es desconcertante la carrera de este muchacho que supo ser una atracción peculiar en los 80, con un futuro más que venturoso, y terminó sus días de actor como un gordo cincuentón que agarra lo que mierda sea para poder comer. Una pena por Val, que me cae bien. Habrá que estar en sus zapatos para poder hablar con objetividad de su presente.



No le pongo ningún Juanpablo. No se lo merece. Y Val, déjate de joder, hermano, estás quedando en orsai muy seguido, pensálo.

2 comentarios:

Federico Fernández Reigosa dijo...

Está gordo Jim Morrison!!!

Gilmour, Juan Carlos dijo...

viste?, mejor larque las cassattas...