Con: Kevin Spacey, Barry Pepper, Kelly Preston, Jon Lovitz, Graham Greene y Spencer Garrett
Dirección: George Hickenlooper
Últimamente Spacey viene de mal en peor y la alquilé para ver qué tan bajo había caído esta vez, pero no está mal.
Es otra película basada en “hechos reales” (y ya van unas cien mil) que explica, medio a las apuradas y de manera bastante desprolija, como fue que cayó el célebre Jack Abramoff y su secretario de andadas Michael Scanlon, dos lobistas de Estados Unidos que, de tanta influencia que amarrocaron comenzaron a sentirse un poco intocables y terminaron defraudando por varias decenas de palos verdes a un puñado de pueblos originarios de Norteamérica y acabaron presos, presos por senadores que ellos mismos, por las influencias que tenían, habían colocado en esos puestos y también merecerían ir presos pero se hicieron bien los pelotudos y lo dejaron pagando la cuenta, como corresponde a un yankie hecho y derecho.
Otra importante película sobre matufias de poder de ese nefasto país del norte. Ideal para que el pueblo norteamericano se levante y grite “que se vayan todos” pero, lejos de hacerlo, seguirán comiendo sus bigmacs y mirando la tele con una cerveza de lata en mano.
Podría haber estado mejor.
Le pongo 6 Juanpablos y felicito a Kevin, que no se la voló una vez más y logró sacar la cabeza, al menos por un ratito, del barro.
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