Con: Guy Pearce, Katie Holmes, Bailee Madison y David Tocci
Dirección: Troy Nixey
No, muy tonta, muy elemental, muy reiterativa.
Hay una cosa que me tiene bastante podrido de este tipo de historias, ¿por qué razón cuando el niño de la familia tiene reiterados contactos con un fantasma o con un monstruo o con un ladrón y va y se lo cuenta al padre, éste solo supone que es producto de su imaginación o que fue víctima de una cruel pesadilla, no importa lo vehemente que sea el relato de su retoño? Si una hija mía viene y me dice: Papá! Un fantasma! señalándome un sector de mi casa, yo la tomo de la mano y la llevo hasta donde se encuentra dicha alma en pena y le muestro que no, que es solo producto de su imaginación. Con los monstruos pasa igual, si mi hija me dice insistentemente que hay un monstruo que le habla y le dice cosas feas, lo menos que tengo que hacer es buscar a dicho monstruo y, en el caso de que exista y esté molestándola, darle una cachetada y expulsarlo de mi propiedad, en el acto.
No. En las películas los padres siempre son unos pelotudos que ni siquiera toman en serio su rol como padres y tienen a sus hijos con los dientes bien cepillados y acostados a las 9. Pero jamás intercambian demasiado trato profundo con ellos, y cuando estos les hablan de cosas serias, siempre minimizan sus angustias con el célebre “son cosas de chicos”.
Me tienen realmente podrido con esos argumentos arcaicos, pelotudos y totalmente inaceptables para esta época. Los padres no son así. Los padres escuchan a sus hijos y tienen una relación bastante apegada a ellos. Estamos en 2012, no en 1950. Déjense de joder con esa estupidez porque ya nadie se la morfa. No sean imbéciles.
Mírela, si quiere. A mí no me gustó.
Le pongo 4 Juanpablos.
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