Con: Nicolas Cage, Lea y Cassi Thompson, Chad Michael Murray, Martin
Klebba como el enano rompe huevos, Alec Rayme, Gary Grubbs y la actuación
estelar de Major Dodson como “el niño más mal actor del mundo”
Dirección: Vic Armstrong
Resulta que una sexy jovencita arriba al
aeropuerto de la ciudad donde viven sus padres y llama a su madre para avisarle
que llegó bien y ésta estalla de alegría mientras hace que limpia una cocina
hermosa de esas que tienen los norteamericanos de clase media, y para resumir
en una trompada toda una situación trilladísima, la joven pregunta “¿Papá sabe
de la fiesta sorpresa que le haremos para el cumpleaños?” y la madre,
resignada, le dice que no, que su padre no estará para la fiesta sorpresa que
le haremos porque debe trabajar (y de
saberlo no sería una fiesta sorpresa).
Esto enfurece mucho a la jovencita sexy quien
incluso piensa seriamente en tomarse un avión de regreso a la ciudad donde está
estudiando su carrera universitaria en lugar de ir a escuchar las sandeces
religiosas que su madre siempre trae a colación, pero de pronto se topa con un
bello, esbelto e impactante joven quien, mal actuando como un perfecto
galancito de telenovela yankie y todo bien depilado con su barba como pegada
con La Gotita, imprime sus mejores gestos sensuales e invita a la muchacha a
tomar un Starbucks grande como botella de 2 ¼ de Manaos –nunca entenderé la necesidad del yankie de clavarse esa inundación de
café light pudiéndose tomar un golpeador ristretto de medio pocillito-, y
mientras charlan sobre la vida, jovencita sexy no puede creer lo que ven sus
ojos, su propio padre y piloto de desconocida línea aérea para no hacer
propaganda está charlando acaramelado con una azafata sacada de un set
fotográfico de revista Playboy de los noventas. Y su padre también la reconoce,
la saluda de lejos y corta el acaramelamiento en un instante.
-¡Chloe! ¡Tanto tiempo! ¡Has venido para mi
cumpleaños!
-Sí, papá, pero tú te vas por trabajo
-Es que hay que pagar las cuentas, cielo
-¿Quién es esa azafata con la que hablabas tan acaramelado?
-¿Azafata? No sé. Conozco muchas azafatas.
-Oh, vamos, ya soy grande y sé que mamá está
completamente loca con Dios, no es problema que me digas si te fuiste de casa y
estás saliendo con aquella muchacha.
-Chloe, amo a tu madre. No me fui de casa. No
sé quién es esa azafata de la que me hablas, quédate tranquila
-¿Ah, sí? ¿Y dónde está tu anillo de bodas? (Aunque usted no lo crea, Nicolas Cage,
aquel que el año pasado filmare Joe,
es el protagonista de esta tontísima escena)
-Ehmm… ¡Lo dejé en el auto!, sabes que no viajo
con mi anillo de bodas (O_o)
Entonces Cage debe partir, su vuelo ya está en
marcha, abraza a su sexy hija y desaparece detrás de una puerta donde la
azafata de revista Playboy lo espera con cara de desearlo y la bella Chloe se
da vuelta negando con la cabeza, sabiéndose cómplice de los tiritos de picaflor
de su padre cuando se topa con el pecho lleno de pelos de hombre recio de su
festejante de turno, quien esperó con respeto la merecida charla familiar de la
joven para así poder terminar de una vez ese cuantioso cafetotazo que se
pidieron, que de seguro les durará una semana larga.
Pero Recio Modelo Masculino debe tomar un
vuelo, justamente el vuelo que pilotará su futuro suegro, así que se despiden y
se pasan teléfonos.
Luego, la desazón. Chloe debe enfrentar los
delirios religiosos de su madre y coprotagonizar una patética escena con su
hermanito menor, quien actuando como si el único mérito que consiguiera para
formar parte de un film fuera su parentesco directo con el productor del film,
pasea por los minutos que le brindaron como usted ni siquiera se imagina. Chloe
le trae de regalo un nuevo guante de baseball, lo que el niño estaba pidiendo
desde hace un tiempo (¿Cuánto vale un
guante de baseball? ¿Con la cocina y el auto descapotable que esa familia tiene
no podrían habérselo comprado antes?), para luego tomar limonada con su
madre, quien en la vida real es su propia madre, aquella actriz que hacía de
madre de Michael Fox en Back To Future y quien en las
últimas décadas ha caído tan pero tan bajo. Y limonada va, limonada viene,
Dios, la religión y los comentarios eclesiásticos la entretienen, y llega la
discusión. Chloe se va al shoping con su pequeño mal actor hermano y en un
tiro, justo cuando lo había perdido de vista, lo abraza para pedirle que no
vuelva a separarse así en un lugar tan multitudinario, se escucha un gong grave
seguido de un estremecimiento que todo lo sacude y de pronto Chloe está
abrazando la ropa de su hermanito, al igual que montones de personas, que
quedan perplejas porque sus compañeros de paseo no están más y sus ropas
quedaron tiradas en el piso.
Y lo mismo ocurre en el avión, montones de
personas escapan desnudas a una extraña dimensión dejando sus pertenencias, y
todos gritan y mal actúan y comienza entonces esta inadmisible mala película
increíblemente protagonizada por Nicolas Cage en donde el director filmó las
escenas con textura de telenovela yankie, donde las actrices se maquillaron y
depilaron como usted no podría siquiera comprender y en donde los malos
actores, las malas actuaciones, las patéticas escenas de efectos especiales y
las absurdas resoluciones que toma la trama se unen en un paroxismo orgásmico
con el solo fin de refregarnos en la cara que sí, que hemos sido embaucados al
elegir esta hijaputes plena por ver a Nicolas Cage disfrazado de piloto y con
un nuevo peluquín vistiendo su cráneo.
Y si a todo esto que le cuento le agrego el motivo de las masivas desapariciones: Dios se está llevando a la gente buena que cree en él porque se vienen siete años de vacas flacas en donde aquellos que no creen morirán de la peor forma, usted directamente no lo va a poder creer. Así que ponerle 1 Juanpablo a "Left Behind", esta película que traducida significaría "Dejados de lado" sería honrar la palabra de Dios, en quien no creo.
Y a Nicolas Cage nadie lo dejó de lado. Se deja de lado solo participando de estas estúpidas e inexplicables pelotudeces.
Y a Nicolas Cage nadie lo dejó de lado. Se deja de lado solo participando de estas estúpidas e inexplicables pelotudeces.
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