The Royal
Tenenbaums (2001)
Con: Gene
Hackman, Anjélica Huston, Ben Stiller, Gwyneth Paltrow, Luke y Owen Wilson, Bill Murray, Danny Glover, Kumar Pallana, Alec Baldwin y gran elenco
Dirección: Wes
Anderson
Recomendar The Royal Tenenbaums la semana pasada como hubiese querido al
publicar como estreno copado Moonrise Kingdom hubiese sido
demasiado adulador y, por más que Wes merezca eso y mucho más, no me gusta
aburrirlos o ponerme reiterativo, así que aquí va, una semana después y para todos y todas, la
recomendación vetusta número 89.
Decir "Hola, qué tal" en el mundillo de la dirección de cine con esta segunda película
y con jóvenes 32 años, sin dudas es un logro difícil de superar. Y eso es lo
que más sorprende de The Royal Tenenbaums, por sobre
todas las cosas admirables de esta increíble película, que son muchísimas, y que mostraban sin tapujos qué tipo de películas Wes Anderson nos presentaría cada tanto.
Y luego debo pararme, inquisidor y eufórico, sobre el rol de Gene Hackman,
quien ha hecho grandes películas de drama, acción o suspenso, y a quien no le
ha tocado muy seguido que digamos componer roles en comedias cuando es un
MONSTRUO SIN IGUAL, un CAPOCÓMICO INSUPERABLE y un GENIO TOTAL DE LA CARCAJADA
las veces que ha colaborado en películas de este género. Su ciego en Young
Frankenstein es descomunal y su papá Tenembaum en esta obra maestra
roza la perfección. El momento en que su pequeña hija le pregunta qué le
pareció la obra de teatro que compuso para su cumpleaños y él le dice escéptico
que “seee, qué se yo, es una obra de
chicos…” quedará por siempre en nuestros corazones compitiendo cabeza a cabeza
con la escena en esta misma película, años más tarde, en donde con su misma
hija, ya adulta, están comenzando un pase de facturas y ella le señala que él
ni siquiera sabe cuál es su segundo nombre, a lo que Hackman, descreído, le
dice que esa es una pregunta capciosa, porque ella no tiene segundo nombre,
pisado e interrumpido de inmediato con un escueto, seco y susurrado “Helen”,
haciendo que nuestro amado actor maldiga como en un concurso de premios
televisivos por no haberse acordado es, no quiero exagerar, una de las escenas
más desopilantes que ha dado el cine.
Y a eso agréguele a Pagoda, a Anjélica Huston, a Ben Stiller en la época
en que recién aparecía y aún no había agotado su escaso talento, junto con los
hermanos Wilson (con Luke escribió la historia), Danny Glover (…) y el
actor fetiche de Anderson, Bill Murray, quien consigue exactamente lo que
Anderson necesita sin siquiera hacer fuerza.
Así que no se hable más, este es un fin de semana ideal para alquilarla
y verla, y morirse de risa y no poder creer lo que han conseguido estos tipos
al juntarse y hacer semejante cosa.
Le pongo miles de Juanpablos.
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