Austin
Powers: International Man of Mystery (1997)
Con: Mike Myers, Elizabeth Hurley, Michael York, Mimi Rogers, Robert Wagner, Seth Green, Fabiana Udenio, Mindy Sterling, Paul Dillon, Charles Napier y Will Ferrell
Dirección: Jay Roach
Cuando Mike Myers
nos pegó aquella cachetada memorable con Wayne’s World que nos refrescó tanto
los ojos, hartos de ver siempre lo mismo, nunca imaginé que superaría aquella
suerte de cargada al rock y a las costumbres de los fanáticos adultos que se
creen adolescentes y que andan por la vida como completos inocentes y absolutos
pelotudos desmedidos. Siempre creí que Myers llegaba hasta ahí y no a mucho más
que eso. Y me afirmé equivocado a esa postura hasta el día en que vi la primera edición
de Austin
Powers, porque hay que tener coraje de encomendarse a ridiculizar el
mito de James Bond sin defenestrarlo al punto de faltarle el respeto.
Y lo más
sorprendente y meritorio que tiene Austin Powers es que no sólo lo
ridiculiza a la vez que lo respeta con sinceridad cuando uno ve los gags y las
imposibles situaciones trilladas, absurdas y forzadas a las que estábamos
acostumbrados con las secuelas del agente secreto inglés y su sex-a-peel con las minas más buenas que
ha dado este mundo o sus locas luchas contra malos más completamente
improbables y montados en cruzadas por lo menos torpes de lo delirantes. Lo más
sorprendente, insisto, es que Austin Powers hace que uno sienta
nostalgia de aquellas historias tan pero tan tontas que hemos visto hasta el
cansancio y que, a pesar de todo lo que Myers nos señala como obviamente ridículo,
las vemos hipnotizados.
Y a eso agréguele
que con esta trilogía, Myers consigue plantarse en un nivel de actor cómico
difícil de alcanzar y ganándose para siempre el respeto de todo el mundo.
Y es imposible
enumerar las escenas mejor logradas (me supera la del auto eléctrico que debe girar en U por un pasillo que no tiene espacio para la maniobra, es increíble, y cada vez que la veo me hace morir de risa). Toda la película es una catarata de
estupideces, chistes inocentes e ilusión con ponerla como un chico todo
mezclado con continuas parodias al James Bond de Sean Connery, el mejor James
Bond por lejos, que peleaba contra los más delirantes malhechores que no ha
visto ni verá jamás este mundo.
Y para ellos
tenemos el capítulo aparte, que es el propio Myers componiendo a Dr. Evil, esa
especie de Frankenstein construido casi en su totalidad con partes de Ernst
Stavro Blofeld y pizcas del Dr. No, Emilio Largo, Kananga y Francisco
Scaramanga, resultando en este absurdo, incomprendido, problemático y
perturbado "malo malísimo" que anhela tontas incongruencias imposibles de gestionarle a
cambio de no destruir la tierra donde él mismo vive.
Y eso es todo lo
que puedo decir de Austin Powers, una película que conquistó nuestros corazones y del propio James Bond, quien consiguió trascender en el tiempo también con
la ayuda de esta parodia exquisita de sus propias contradicciones.
Le pongo miles de
Juanpablos
1 comentario:
Me encantó esta pelicula, un genio Mike y que buena que estaba Lili Hurley, mas buena que comer el pollo con las manos.
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