Con: Ashley Bell, Julia Garner, Spencer Treat Clark, David Jensen, Tarra Riggs, Louis Herthum, Muse Watson, Erica Michelle, la participación especial de Sharice A. Williams y el invalorable aporte de Boyana Balta
Dirección: Ed
Gass-Donnelly
Resulta que los
productores de esta simpática atracción fílmica, en un claro intento por
demostrar cuán mediocres son y qué lejos están de ofrecernos un servicio de
calidad, dejaron de lado sin un ápice de desvergüenza la columna vertebral de
esta torpe historia, el gen líder, la esencia más pura y exacta de la
trama y, abandonándola por completo sin siquiera recabar aunque más no sea en el
título de la primera entrega: “The
Last Exorcism”, que refiere precisamente a “el último exorcismo” en tanto
que “último” significare “final”, “terminal”, “concluyente”, "caput", “finiquitante” o
“rematoso”; y dejando también de lado qué motivos los habían llevado a filmar
esta tonta idiotez mostrando a un protagonista, el reverendo Cotton, quien nos
deleitaría con sus trucos para hacerle creer a alguna familia ignorante del sur
de EEUU que su pariente cercano estaba poseído y entonces así cobrarle unos pesos para
volverlo a la normalidad, acá estamos con “the Last Exorcism II”, y debo
admitir que jamás creí que leería semejante pelotudo título llevándome de un disparo a recordar
la despedida de Los Chalchaleros, que estuvieron despidiéndose de gira como 4 o
5 años amenazando con que ése recital que brindarían la semana entrante sería
el último.
La historia, decía, nos lleva entonces a un par de años después de la primera entrega, donde la bella Nell (...), que ahora ya no tiene 15, tiene 17 (y nunca tuvo ni 15 ni 17, es una mujer de casi 30 años pero se ve que no consiguieron una actriz joven que aceptare volarse la carrera y destrozarla por completo en tan pero tan poco tiempo), vuelve del cruento episodio experimentado hace 2 años con el reverendo Cotton acarreando algunas pequeñas cicatrices faciales y un claro trastorno psicológico que intenta doblegar con fruición pero con una nueva meta en su vida: pasar una temporada en una casa de “chicas con problemas” regenteada por un hombre bueno y maduro que las alimenta, les ofrece trabajos elementales para reinsertarlas en la sociedad, las cobija, les muestra la pi… (no sea mal pensado, no les muestra nada, es un buen hombre, no sea ordinario).
La historia, decía, nos lleva entonces a un par de años después de la primera entrega, donde la bella Nell (...), que ahora ya no tiene 15, tiene 17 (y nunca tuvo ni 15 ni 17, es una mujer de casi 30 años pero se ve que no consiguieron una actriz joven que aceptare volarse la carrera y destrozarla por completo en tan pero tan poco tiempo), vuelve del cruento episodio experimentado hace 2 años con el reverendo Cotton acarreando algunas pequeñas cicatrices faciales y un claro trastorno psicológico que intenta doblegar con fruición pero con una nueva meta en su vida: pasar una temporada en una casa de “chicas con problemas” regenteada por un hombre bueno y maduro que las alimenta, les ofrece trabajos elementales para reinsertarlas en la sociedad, las cobija, les muestra la pi… (no sea mal pensado, no les muestra nada, es un buen hombre, no sea ordinario).
Y Nell es muy tímida,
pero muy tímida. Tímida-tímida. Timidísima. Casi al borde de la implosión
atómica. Nadie es tan tímido como ella en el mundo y en otras galaxias. Y tan
tímida es, que su foto debería incluirse en el próximo tomo del Libro Guinnes de los Records bajo el título "La mujer más tímida". Entonces con sus
casi 30 años que se notan por todos los costados camina con muchísima timidez
detrás del director del cotolengo de descarriadas que le muestra las
instalaciones y la presenta con el resto de las pasajeras: dos muchachitas de
color que aparecerán solo en dos o tres ocasiones y jamás sabremos por qué
están ahí ya que son chicas comunes y corrientes que no mataron a nadie y una
jovencita de rulos, rubia, llamada Gwen (todas las Gwen son rubias y de pelo
corto) que inmediatamente hace migas con la bella Nell y empiezan a interactuar
y a escuchar música compartiendo los auriculares.
Y la bella Nell
comienza a trabajar de mucama en un hotel, pero el malvado Balaban (o algo así) reaparece en
su vida hablándole dentro de su cabeza o llamándola directamente por teléfono.
Y la bella Nell al principio, piensa que es “número equivocado” pero después,
con la insistencia del malvado diablo que quiere poseerla, fornicarla, preñarla y mandarle toneladas de carne maligna por popa, acepta la realidad de
que aquello que le dijo el buen hombre que la asila, que el diablo no existe y
que solo es producto de su imaginación, es mentira.
Y así empieza entonces esta real bosta de camello en donde la bella Nell vuelve a mostrarnos todo lo que puede hacer con su espalda ya que la joven, en la vida real, es contorsionista, entonces por eso debe ser que algún avivado que tenía 500 dólares y no sabía qué hacer con ellos dijo: “che, a ésta la podemos poner a doblarse toda y armamos una película de exorcismo”.
Y eso es todo lo que tengo para decir de esta cruenta, implacable, feroz e inigualable falta de respeto al espectador.
Y así empieza entonces esta real bosta de camello en donde la bella Nell vuelve a mostrarnos todo lo que puede hacer con su espalda ya que la joven, en la vida real, es contorsionista, entonces por eso debe ser que algún avivado que tenía 500 dólares y no sabía qué hacer con ellos dijo: “che, a ésta la podemos poner a doblarse toda y armamos una película de exorcismo”.
Y eso es todo lo que tengo para decir de esta cruenta, implacable, feroz e inigualable falta de respeto al espectador.
No vaya a perder el
tiempo, que vale oro.
Le pongo 1 Juanpablo, hubo una escena en el zoológico en donde un jovencito le preguntaba a la bella Nell porque no había tenido novio aún si era tan pero tan bella que me hizo reír mucho.
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