Con: James “Vettorazzi” McAvoy, Vincent Cassel, Rosario Dawson, Danny Sapani, Matt Cross, Wahab Sheikh, Mark Poltimore y Tuppence Middleton
Dirección: Danny Boyle
Seee, qué sé yo, póngale… Sirve para un
miércoles de esos en que se suspendió el partido de backgamon que tenía con sus
compañeros de waterpolo de la secundaria y no sabe qué hacer mientras hurga con fruición su fosa nasal izquierda en busca de aquel moco que lo tiene a mal traer desde las 10 de la mañana.
Lo que me molesta de este tipo de atracciones
fílmicas es cuando se agarran como necia garrapata de un éxito. “Inception funcionó.
Hagamos una parecida, pero en vez de con sueños, ¡¡con hipnotismo!!”. Son de
cuarta cuando hacen eso.
Igual tengo que admitir que no está tan mal y
que tanto Cassel como Dawson y Vettorazzi hacen bien sus papeles y la película fluye y entretiene, no vamos a negarlo.
Ah, otra cosa: la parte en que el director
filma el piso inmaculado de un pasillo por donde viene acercándose Rosario
Dawson y su paso se refleja en el piso, usted va a pensar: ¡Pero esta mina está
viniendo caminando en bolas! Y estará en lo cierto. Rosario Dawson en bolas. No me gustó.
Muy fibrosa, qué sé yo. Prefiero seguir copado con su cara, tan linda por
cierto.
Y eso es todo lo que tengo para decir de una película medio obvia, súper aferrada a las tetas de Inception y con Dawson completamente en bolas, así que le pongo 5 Juanpablos y lo dejo con la inquietud.
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