No Tell Motel (2012)

Con: Johnny Hawkes, Chalie Howes, Andrew MacFarlane, Angel McCord, Chelsey Reist, James Tyce, Stephanie Van Dick y la colaboración especial de Rileigh Chalmers como… el fantasma.

Dirección: Brett Donowho

Resulta que en una bella mañana de 1974, en Oregon, Michigan, Denver o Pittsburgh, nunca queda clara la locación, una joven e ilusionada pareja se dispone a disfrutar de un merecido descanso en el patio del modesto hotelito de ruta que con tanto sacrificio montaron para lucrar con él cuando la dulce hija de la familia corre detrás de un estúpido conejo que detiene sus saltitos en medio de la ruta.

La niña, vestida de blanco para ya quedar con esa inquietante ropa el resto de la película, lo persigue y también se detiene en medio de la ruta para acariciarlo en el momento justo en que un Scania 112 la arrasa y atropella de la más cruel forma delante de los espantados ojos de sus padres, que al verla revolcada en un sinfín de tripas y coágulos sanguinolentos, expresan su pavor de la manera más patética que usted haya visto en años, y se desmayan, no sin antes elevar sus brazos al cielo, como si fuesen chicos que jamás hubieran recibido una sola clase de actuación y estuviesen jugando a que hacían una película.

Horror. Espanto. Desesperación. Muy malas actuaciones y no pasaron ni 2 minutos de film.

Más tarde, como 40 años después, o sea hoy, un grupo inefable de actorcitos de un octavo de pelo se disponen a disfrutar de unas merecidas vacaciones a bordo de un viejo motorhome. Y todos son jóvenes, excepto uno de los muchachos, a quien ataviaron de veinteañero pero que claramente tiene 45 años –se ve que no consiguieron tantos actores jóvenes que quisiesen destruir sus prometedoras carreras tan pero tan pronto-, y toman cerveza y las muchachas muestran unos escotes muy tentadores que rebalsan unas tetas aún más fascinantes y ríen y mal actúan.

Y todo está bien, la noche está despejada, no viene ni un auto de frente ni vuela una mosca, así que el conductor del motorhome, seguramente siguiendo órdenes del director, de pronto comienza a conducir a toda velocidad bajando y subiendo de la pista asfáltica como un poseído. Sus compañeros de andanzas no entienden qué le dio, como nosotros, y le preguntan qué le pasa o por qué está conduciendo como un pelotudo, tan rápido y zigzagueando. Y el muchacho les grita que no lo jodan, que se está haciendo tarde (…) y que debe conducir así porque… frenada, volantazo. Vuelco.

Obviedad. Raspones. Estupidez.

Así es que entonces deberán continuar su periplo a pata, y al poco de andar encuentran un abandonado hotelito de ruta (...) en donde deciden que sería una interesante experiencia pasar la noche.

La rubia de las tetas más jugosas está embarazada, pero no quiere decírcelo a su novio, el tonto del volante, ya que éste atraviesa una difícil crisis existencial producida por un accidente deportivo que le malogró la rodilla y lo sacó para siempre de los campos de futból americano. Esto tiene a nuestro protagonista inmerso en la más exagerada depresión que usted haya visto en décadas, y se mete en un baño a tomarse unas pepas que contrarrestan el mal que lo acoge, pero su hermano, aquel actor re viejo que se hace pasar por jovencito sin lograrlo, le da una fuerte palmada a la puerta del baño justo cuando Rodillín intentaba ingerir las pepas, que caen en el agua marrón del inodoro. Esto asola a Rodillín, quien lejos de entender que acaba de perder las pepas, las toma del agua marrón y las ingiere lo mismo.

Mientras tanto, en otra habitación, Lindas Tetas llora por la noticia de su embarazo y su amiga decide acompañarla fuera para darle unas palabras de aliento, pero no tiene consuelo. Lindas Tetas vuelve adentro y de pronto aparece Fantasmín, la dulce niña atropellada 40 años atrás que, copiando los movimientos de conejín, corre a la ruta para que la joven mal actriz que se tuvo que meter sus palabras de aliento de vuelta en la boca le siga el paso y sea atropellada.

Frenada violenta. Atropello. Muerte.

Así es entonces que los amigos de la joven muerta rescatan a quien la atropelló de entre los fierros retorcidos de un auto que mejor no lo mostramos mucho así no se ve que no rompimos ningún vehículo por falta de presupuesto mientras la fantasmita se encarga de aparecérsele a aquel protagonista que de pronto estuviese alejado del resto para así aprovechar y hacerlo morir en un fatal accidente.

Y la película, con el paso de los minutos, se pone más y más mala mientras Fantasmita le consigue a Rodillín frasquitos de morfina y jeringas y este se los manda sin respiro, la otra muchacha cae en un pozo y se muere y Lindas Tetas continúa compungida, metiendo sus brazos hacia adelante para así poder mostrar aún más la turgencia de sus lindas tetas a la vez que Vejete que hace de jovencito intenta conquistarla y el atropellador vuelve en sí para contarle a la bella joven qué fue lo que ocurrió en ese hotelito abandonado donde decidieron erróneamente pasar la noche. Y le adelanta que todos morirán, mientras Rodillín continúa mandándose morfina en las venas como quien estuviese recibiendo suero, su viejo hermano intenta entrarle a Lindas Tetas y Atropellador no es otro que el bebé engendrado por los padres de fantasmita que, luego del doloroso accidente de la niña y ante los constantes intentos de suicidio de su madre, el padre tuvo que maniatarla a una mesa y una noche borracho le hizo un hijo que nació nueve meses más tarde (y es el atropellador) y ella, haciendo ver que quería abrazar a su marido para festejar el alumbramiento lo ahorca con la soga que la mantiene atada y lo mata, sin tomar en cuenta que en su condición de atada en una mesa en el medio de la nada misma y lejos del retoño morirá sin poder asirlo.

Y todos pensamos que el bebito también pereció aquella fatídica tardenoche, pero su fastamita hermana logró sacarlo del sótano y dejarlo ante las autoridades comunales para que recibiera adopción y entonces 40 años después, ya maduro, dedicara su vida a  secuestrar a este cúmulo de boludos con el solo fin de aniquilarlos y hacer una malísima y obvia película de terror.

Así que le pongo 1 Juanpablo. El escote de la joven rubia lo vale.