Con: Raúl Taibo,
Daniel Valenzuela,
Luciano Cazaux,
Jorge Sesán,
Paco Redondo,
Germán de Silva,
Martín Scarfi,
Daniel Polo,
Eduardo Cutuli
y gran elenco
Dirección: Nacho Garassino
Y seguimos alquilando
porquerías esta semana, para el olvido.
Una muy chota película
sobre una historia real, actuada con heroísmo por Raúl Taibo y Daniel Valenzuela, que logran con
gran sacrificio mantener el hilo conductor pero rodeados tan patéticamente por
todos los otros, que los ahogan y hunden en el fango sin piedad, que por momentos dan ganas de arrimarles un vaso de agua, o alentarlos fuera de cámara, para darles fuerza.
Una lástima por Cazaux,
que me deleitó en Regresados con su exquisito papel.
Una pena por Germán Da Silva,
que compusiera a ese camionero perfecto en Las Acacias, película que me
deslumbró sin duda alguna.
O Jorge Sesán, de Pizza,
Birra, Faso, haciendo un muy mal logrado papel de periodista, tan mal actuado que, realmente, no se entiende.
Qué sé yo, la verdad es que me
dejó muy mal. Aparte, otra cosa, la película termina con una entrevista a la
Garza Sosa, ataviado con ropas dignas de estrella de cine, que se ve claramente
que es quien puso la guitarra para contar su anécdota, como también se nota a la
legua el cagazo que tiene este hombre por haberse escapado de la cárcel por un
túnel lleno de huesos y su segura superstición infundada de que si no contaba
la historia se iría al infierno… No existe el infierno, Sosa. Quédese tranquilo y disfrute de sus millones robados. Y déjese de joder.
En definitiva, una
película que no sirve para nada y que encima da un poquito de bronca, ya que
los escapados en la historia no eran precisamente seres inocentes o mal
sentenciados, así que no sé qué tanto escombro.
Le pongo 2 juanpablos y
espero que mañana tenga mejores novedades, porque si no… Qué semana para el
olvidio, Dios santo.
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