martes, 25 de junio de 2013

A Good Day to Die Hard (2012)





Con: Bruce Willis, Jai Courtney, Sebastian Koch, Mary Elizabeth Winstead, Yuliya Snigir, Rasha Bukvic, Cole Hauser y Amaury Nolasco

Dirección: John Moore


Llega un momento en la vida en que uno ve a John McClane todo viejo, acabado y con la piel colgando de la cara pero con su eje de honor norteamericano más apuntado que nunca y no puede más que aburrirse hasta el opio más implacable viéndolo hacer montones de piruetas y cabriolas inadmisibles para su edad a bordo primero de un Unimog y luego de un jeep Mercedes (cuánta que puso la empresa alemana para esta movie…) saltando, conduciendo y maniobrando sobre los techos de miles y miles de autos rusos en una interestatal rusa atiborrada de capitalista tránsito ruso para conseguir, como no podría haber sido de otra manera, acabar con el tanque de guerra imbatible que intenta con gran presión matar a su propio hijo, quien va más adelante en el camino escapando con un preso político que iba a ser aniquilado antes de que compareciera en un juicio mientras todo esto que le digo lo hace hablando con su otra hija por teléfono, mintiéndole que sí, que ya encontró a su hermano y que están tomando un café y que al otro día volverán a su EEUU natal para poder continuar con sus vidas norteamericanas y heroicas.

Una lástima, porque no hay caso. No entienden que este tipo de películas se agotan en la tercer secuela, que todo lo que sigue después lo único que consigue es denostar  la historia madre, ridiculizar a su protagonista y aburrirnos y hacernos perder noción de lo buena que estuvo Die Hard cuando salió a principios de los noventa..

Pero no se preocupe, quédese tranquilo que estuve averiguando y el año que viene sale “Die Harder”, en donde seguro Willis deberá escapar del geriátrico donde sus hijos lo tienen dopado con pastillas para resolver con éxito alguna toma de rehenes. Quizás, me atrevo a pronosticar la trama: el presidente de los Estados Unidos ha sido secuestrado y todos los temerarios Joe que componen el stock yankie de implacables soldados súper preparados y modernos no son lo suficientemente mandados y heroicos para resolver el intríngulis, por lo que el viejo McClane deberá unírseles y entonces así mostrarles cómo se acaba con los malos: en camiseta, pantuflas y acompañado por su temible partenaire de esta última secuela: un tutor de caño con ruedas que lo seguirá dónde sea que vaya, sosteniéndole con estoicismo en lo alto una bolsa de suero que alimenta sus demacradas venas de viejo jubilado mientras acaba con los malhechores y da cátedra ante sus purretes GI Joe´s, que lo mirarán embelesados, aprobando sus movimientos con las cabezas.

Así que ya lo sabe, si anda con ganas de hacer mucho la vista gorda y dejar pasar todo esto que le digo, alquílela. Se va a divertir bastante poco.

Le pongo 3 Juanpablos.




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