Lock, Stock
and Two Smoking Barrels (1998)
Con: Jason Flemyng, Dexter Fletcher, Nick Moran, Jason Statham, Steven Mackintosh, Nicholas Rowe, Vinnie Jones, P.H. Moriarty, Frank Harper, Stephen
Marcus, Alan Ford, Nick Marcq y el parco papel que condujo con sobriedad Sting
Dirección: Guy Ritchie
Cuando vi Lock Stock por primera vez, a su
estreno, quedé loco de amor con esta película. Por la dinámica trama, por las
actuaciones de todos, por la frescura de la forma de contarla -que luego se repitió hasta el cansancio, como siempre pasa- y por cada una de
las escenas, que no pueden competir entre sí ya que sería entrar en un debate
kilómetrico que no dejaría ningún ganador.
Todo marcha bien en Lock Stock. Todo. Desde la
estúpida e ilusa sociedad que forman los 4 amigos al ofrecer todos sus ahorros
a una vertiginosa jugada de cartas de uno de los 4 que, según ellos mismos es
el mejor jugador que existe en toda la comarca hasta el obvio y rápido
desenlace junto con todas las baratijas que venden para ganarse la vida y la
cruda manera de describir la situación económica de un inglés joven que no
está jugando en las grandes ligas y se la rebusca como puede hasta la cantidad
exasperante de imponderables que deben atravesar más los mafiosos tan bien dibujados junto con el hermoso tributo al duelo de For a few dollars more llegamos a la conclusión de que Lock Stock tiene todo, grandes actuaciones,
formidable edición, sublime música, delirante trama y un final por demás de
exquisito que deja a todo el mundo como corresponde, con el ganso en la mano y
en patético off-side.
Así que le pongo mil setecientos cuarenta y
nueve Juanpablos a esta genialidad que no tiene desperdicio y que vino para
quedarse y acomodarse en nuestra estantería de Películas Copadas del living,
para que podamos agarrarla de vez en cuando y así deleitarnos con las disparatadas ocurrencias
de Guy Richie y sus secuases.
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