jueves, 20 de junio de 2013

Recomendación Vetusta N 85




The Green Mile (1999)


Con: Tom Hanks, David Morse, Michael Clarke Duncan, Bonnie Hunt, James Cromwell, Michael Jeter, Graham Greene, Doug Hutchison, Sam Rockwell, Barry Pepper, Jeffrey DeMunn, Patricia Clarkson, Harry Dean Stanton, Dabbs Greer y Eve Brent

Dirección: Frank Darabont


Envalentonado y contento por volver a ver a Tom Hanks en un papel hecho a su medida me puse a buscar en el arcón de las recomendaciones vetustas y encontré ésta, que no es “la película de Tom Hanks” ni mucho menos, a decir verdad Hanks no hace el gran papel. Pero el resto sí. Y mucho.

Tipo raro resultó Stephen King, el chabón te relata con gran sadismo los cuentos más macabros y enroscados a la vez que construye historias re pedorras que no sirven ni para cuento de terror de mala calidad mientras dos por tres edifica historias zarpadísimas como The Shawshank Redemption (el cuadro de Rita Hayworth), Stand By Me o The Green Mile, película que vi poco tiempo después de leer el libro y no conseguí encontrar las lógicas y comunes diferencias abismales entre mi imaginación como lector de la historia y mi visión como espectador de la película, generando entonces sólo dos opciones: O Frank Darabont tiene coincidentemente mi misma imaginación, o el tipo es un monstruo sin igual. Y creo que debe ser esto último.

Todo funciona a la perfección en esta genial película de Darabont-King. La ambientación, los dialectos sureños, la relación de amistad-respeto entre Hanks-director del pabellón y Morse y compañía-súbditos y compinches de trabajo está muy bien aceitada y nos dibuja con gran acercamiento cómo se trataba la gente en la década del ’30. Y con las actuaciones, lo mismo. Morse está genial -para mí, su mejor papel-, sin dudarlo. El rol depresivo pero soportado de Cromwell ante la enfermedad de su mujer también está muy bien conseguido, el tipo está destrozado, pero debe seguir trabajando. O el "Billy the Kid" de Rockwell, que le da el toque mínimo e indispensable de comicidad a la historia, más la irreemplazable e insuperable actuación de Hutchison como el carcelario más sádico, ventajero, envidioso y sorete que haya visto este mundo componen un microclima en ese oscuro y opresivo Bloque E que hace que uno se sienta dentro de una celda, esperando su turno.

Y después, párrafo aparte, debo hablar de Michael Clarke Duncan, actor que nos dejó el año pasado víctima de un repentino infarto y que construyó mejor que nadie a un John Coffey que ni el propio Stephen King podría haber dibujado mejor, con su implacable tamaño, su despiadada impronta de negro imbatible y su temperamento de niñito inocente tan ridículamente contrastante con su altura, volumen y peso. Clarke Duncan será recordado por siempre por este rol como Brando será recordado por Vito Corleone, o como Nicholson lo será por Jack Torrance, o Linda Blair por Regan MacNeil. Son esos papeles que quedan para siempre en nuestros corazones y que si los hubiese hecho otro actor, de seguro no hubiesen funcionado.

El punto flojo: el almuerzo dominguero entre Hanks y sus súbditos, donde en dos cachetazos deciden sacar a Coffey del calabozo y llevarlo a la casa de Hal para que cure a su mujer enferma. Esa escena es lamentablemente patética, está forzada y queda como una bisagra oxidada y a punto de cortarse en una película que no tiene desperdicio y que viaja por las tres horas que dura con gracia de gacela, así que una lástima por este mínimo momento que debería haber sido resuelto de mejor manera.

Entonces, si no vio The Green Mile, no debe esperar mucho tiempo más para verla. Es un error que cometió de esos que a veces pasan, así que deje de perder el tiempo leyendo estas últimas palabras, levántese de la silla y vaya a buscarse una copia al videoclub, que este finde está ideal para verla.

The Green Mile es una de las grandes películas que ha dado el milenio pasado.

Le pongo millas y millas de Juanpablos y me voy a verla, la tengo en la repisa así que ni siquiera tengo que salir de casa.




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