ESTRENO DE LA SEMANA, Y DEL SIGLO.
Con: Tom Hanks, Halle
Berry, Jim Broadbent, Hugo
Weaving, Jim Sturgess, Doona
Bae, Ben Whishaw, Keith
David, James D'Arcy, Xun
Zhou, David Gyasi, Susan
Sarandon, el
sorprendente Hugh
Grant, Martin Wuttke, Robin
Morrissey,
Brody Nicholas Lee y gran, gran elenco
|
Dirección: Tom Tykwer,
Andy & Lana Wachowski
Criticar esta obra maestra sin dejar cosas en el olvido es una tarea
imposible de encarar. Los hermanos Wachowski se han lucido esta vez sin
posibilidad de contradecirlos ni de señalarles nada. La madurez a la que han
llegado y la claridad del mensaje que quisieron plasmar en esta obra
irreemplazable de la filmografía mundial no tiene comparación con nada de lo
que he visto (y esto lo digo hoy, habiéndola visto sólo dos veces, no puedo siquiera medir qué sensaciones nuevas y qué descubrimientos haré cuando la vea por 3ra y 4ta vez).
Y deteniéndome en las actuaciones, lo mismo. El nivel de excelencia
actoral de todos y cada uno de aquellos que se han subido a este certero colectivo
es inabordable. Tom Hanks es
perfecto. Lo de Hugh Grant es
sublime. Sublime, no logro salir de mi asombro (la escena en donde limpia el cuchillo con la lengua no tiene nada que envidiarle a Marlon Brando en Apocalypse Now, créame). Weaving: Insuperable. Sturgess:
Majestuoso. Bae: Exacta. Zhou: Camaleónica como ningún otro (su rol en la aldea sencillamente cuesta creerlo).
Gyasi y su mirada despojada de odio e
inundada de simpleza es inobjetable. Y el resto, desde Berry hasta el último orejón del tarro, es simplemente genial.
Así que no tengo más que palabras de agradecimiento para los Wachowski y
Tykwer, que han construido una película bisagra que quedará por siempre en
nuestros corazones y que agradezco haber tenido la posibilidad de ver.
Una cuestión que me indignó: La película es prohibida para menores de 18
años, seguramente influenciada por la iglesia o las corporaciones para no
despertar ojitos jóvenes ávidos de información cristalina. La vi el mismo fin
de semana en que alquilé “The Collection”, película de terror
perverso con gran despliegue de sangre, vísceras y maneras de matar
escatológicamente retorcidas, pero esa película es prohibida para menores de
16. Se ve que los mismos chicos que tienen permitido ver como un psicópata
enfermo de perversión descuartiza a un sinnúmero de adolescentes para así saciar su sed de odio siniestro no tienen
permiso para disfrutar de una didáctica visión de cómo son las cosas que
bien podría ser cierta.
Y ojalá sea cierta, ya que viviríamos más tranquilos y despojados de
tanto miedo e incertidumbre que hacen que nos comportemos de la manera esclava en
que lo hacemos.
Cloud Atlas es sin
dudas la obra maestra de este siglo. Y si tiene hijos en plena adolescencia es
fundamental que la vean, así se quitan todos los miedos y angustias de encima y
encaran sus vidas con un optimismo más acertado a la hora de andar en este
planeta tan delirante que con tesón hemos construido.
Obviamente le pongo 10 Juanpablos. Nada en este film está mal hecho.
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