Con: Paul Walker, Génesis Rodríguez, Nancy Nave y escaso aunque atinado
elenco
Dirección: Eric Heisserer
Psee, puede ser.
Si ponemos sobre la mesa el acotado talento de
Paul Walker como actor, quien tuvo un corto paso por este mundo haciendo cara de lindo y
pisteando autos tuneados hasta morir, debemos admitir que el hombre puso todo lo que tuvo y un
poco más también.
La historia está bien, aunque, exagerando las
limitaciones de la duración de la batería del aparato de neonatología, cae en
la sonsa obviedad de que 1:45 segundos entre cuerda y cuerda no alcanzan
siquiera para asomar la nariz fuera de la habitación, el director debería haber
sido menos torpe y aumentar esta brecha a al menos cinco minutos, mucho más
reales y más creíbles e igual de tensionantes que los elegidos para acelerar
nuestro pulso cardíaco mientras un bebé muy pero muy mal hecho corre riesgo de morir aspirando inadmisibles bocanadas de aire para ese cuerpito de goma.
Génesis ya no está tan linda como otrora, se
está transformando de a poco en una laucha humana. ¿Se habrá hecho algún
retoque? Una pena.
En fin, amigos. A pesar de todo lo que señalo
con alma de crítico insalvable, vea Hours. Al menos servirá para
quedarse con un Walker más esmerado y no con el sonso rubiecito que acelera
autos hasta enroscarse en un poste de luz.
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