lunes, 2 de junio de 2014

Stalingrad (2014)






Con: Mariya Smolnikova, Yanina Studilina, Pyotr Fyodorov y gran elenco retocado

Dirección: Fedor Bondarchuk, el rey del retoque.



Resulta que unos productores de cine que acababan de bajarse por Taringa el último programa de edición de video más revolucionario que saliera en los últimos tiempos al mercado y habiendo invertido en dos o tres Macbooks Pro, agarraron y contrataron a unos actores desconocidos y, montando una boba historia sobre un rescatista que intenta calmar a una víctima atrapada entre hierros en el reciente tsunami japonés mientras le cuenta la dulce historia de su madre, quien siendo muy joven y hace más de 50 años, jamás quiso abandonar su casa en Stalingrado, y cuando los aliados coparon el edificio donde ella vivía terminaron construyendo una bonita relación al punto en donde, al fin y al cabo, nunca se sabrá quién finalmente fue de aquellos cinco aliados su verdadero padre ya que todos querían mucho a la joven Katya y en los recreos, entre tiros y granadazos, le medían el aceite.

Y todo es vomitivamente tecnológico, la segunda guerra mundial jamás fue contada con tan irreal desembarco de Photoshop, los disparos están muy pero muy bien editados y la mugre o las esquirlas perfectamente diseminadas por un innovador programa de computadora mientras los nazis mueren en cámara lenta haciendo volar sus sangres computarizadas por el aire a la vez que los tuneados aliados se ocultan debajo de desvencijados y explotados camiones o aviones de guerra demasiado bien conseguidos por aquella súper computadora que se encargó de todos y cada uno de los plásticos detalles mientras el aburrimiento sideral, el plomo plomizo del hartazgo y la irremontable voluntad de seguir viendo esta desfachatada promoción a un programa de edición de video tan exageradamente hecha por computadora hicieron que me durmiera de forma inevitable en incontadas ocasiones, conformando así una de las más retocadas películas que he visto en el último par de meses, así que ya lo sabe, amigo lector, querida lectora, si usted gusta del cine tipo Play Station en donde los actores están tan mejorados por la maldita computadora al punto en que la propia Susana Giménez se escandalizaría del maremoto de Photoshop que todo lo abarca ocultando así la trama, las actuaciones y la confusa finalidad de este estúpido film, vaya ya mismo y cómprese una copia, no pierda dinero alquilando y alquilando. 

De lo contrario no pase un mal rato, racimos de películas sobre este género que fueron hechas con conciencia no merecen la obligación de invitarla al grupo.


Le pongo 1 Juanpablo por ponerle algo, la verdad que habría que discontinuarla, o entregarla en las universidades de cine para mostrar qué no hay que hacer o a dónde se puede llegar si uno se fanatiza con el Photoshop.

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