Con: Colin Firth, Nicole Kidman, Hiroyuki Sanada, Stellan Skarsgård,
Jeremy Irvine y gran elenco
Dirección: Jonathan Teplitzky
No, por supuesto que no.
Pesada como diadema de locomotoras, The
Railway Man nos cuenta la poco producida historia real de dos
excombatientes de la Segunda Guerra Mundial a los que el destino los encuentra
de grandes y en donde uno debe, para terminar con los fantasmas del pasado que
lo persiguen desde hace más de treinta años, vengarse del japonés que lo
torturara sin piedad en aquel entonces, pero tanto Sanada como Firth son los
actores menos indicados para colaborar en el film, apagando por completo la
llama de la ilusión de ver qué pasará entre los dos cuando se reencuentren.
¿Y eso por qué?
Porque Sanada es el japonés sumiso, lame botas
y esclavo yankie por excelencia, todas sus colaboraciones fílmicas son un
atropello al orgullo nipón y siempre pero siempre termina agachando la cabeza
ante un alto, rubio y carretilludo norteamericano superior.
Y Firth es más bueno que el aloe vera. No tiene
maldad alguna. Si hay una persona en este mundo que amenazaría con partirte un
brazo de un palazo, y la persona que blande enérgica la vara es Colin Firth,
quédate tranquilo que no te lo romperá.
Y eso es todo lo que tengo para decir de The
Railway Man, una historia real de intento de venganza enrocado en el
comienzo de una hermosa amistad senil que se notaba sin duda alguna desde el
mismo momento en que la película vira hacia ese lado y nos demuestra su real
fin.
Así que le pongo 5 Juanpablos y lo dejo
advertido. Después usted haga lo que quiera.
Ah, y Nicole Kidman no tiene nada que hacer en
la historia.
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