Con: Eric Elmosnino, Julie Delpy, Aure Atika, Jean-Louis Coulloc'h, Noémie Lvovsky, Candide Sanchez,
Monsieur Lapeditte, Valérie Bonneton y un sinnúmero de actores
franceses.
Dirección: Julie Delpy
Ojo, porque esta película que usted ve así,
con esa tapa tan querendona, que pareciera que cuenta una historia tan pero tan
copada, lo único que hace es desde el minuto 5 hasta el minuto 110 es
mostrarnos un asado familiar en 1979 que recuerda una actriz que está viajando
en la actualidad en un tren de esos modernos.
Y el recuerdo es muy vivido. Incluso está muy
bien hecho. La ropa setentosa, las costumbres (los autos siguen apareciendo súper lavados, pulidos y encerados, no
entienden que pierden realismo, pero bueno). Cómo se divertían los niños en
aquella época, cómo eran los tíos, cómo se pasaba el tiempo, todo muy lindo,
muy bien ilustrado, pero nada más.
Nadie muere, nadie se gana la lotería, nadie
explota por el aire ante la sorpresa de los demás comensales, nadie cuenta un
chiste monumental, nadie se caga encima. Nada. Y uno se pasa toda la primera mitad
del film alentándose y divirtiéndose con las escenas de la cotidianeidad
setentosa de esta numerosa familia francesa, pero cuando pasa la mitad, ya
empieza a enderezar el rictus y a temer que no ocurrirá nada, pero no lo cree.
Supone que está equivocado e insiste con llegar al final. A ese final que lo
único que hace es mostrarnos nuevamente a la actriz del comienzo, que sigue
mirando por la ventana de su tren bala con cara de estar recordando su pasado y
listo. Chau. Termina la película.
Siempre lo mismo con estos franchutes, tienen
un talento para hacernos enojar que no se puede creer.
Le pongo 3 juanpablos.
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