Con: Nicholas Hoult, Teresa Palmer, Analeigh Tipton, Rob Corddry, Dave Franco, ¡¡¡John Malkovich!!! WTF???, Cory Hardrict, Daniel
Rindress-Kay y Vincent Leclerc
Dirección: Jonathan
Levine
No, muy boluda. La
idea está bien, que el zombie se dé cuenta que es un zombie y tenga confusos
pensamientos sobre cómo llegó a zombie, o por qué vive en el aeropuerto, o por
qué no puede comer comida normal, o cuál es el motivo por el que camina así de
lento, o cuándo fue que dejó de poder expresarse con fluidez y sólo consigue
hacer balbuceos y ronroneos agónicos, todo muy interesante e incluso original, pero dura 15
minutos. No podés hacer toda una película con eso porque se agota en la tercer
escena.
Después apunta
todos los dardos a la historia de amor entre el zombie y la humana rubia y
linda e hija del capitán encargado de aniquilar zombies compuesto sorpresivamente
por John Malkovich (que en la vida real
acaba de salir en los diarios por salvar a un transeúnte que se cortó el cogote
con una chapa al tropezar y caer en la vereda delante del majestuoso andar de
Malkovich, quien de inmediato le confeccionó una suerte de torniquete con su
propia bufanda para evitar que se desangrara, y lo hizo con tanto talento que
incluso evitó acogotarlo -y esto nunca entenderé cómo sucedió-), que
no tiene nada que hacer en esta película para teens que consumen romances de
vampiros, de hombres lobo y ahora de zombies, y que están destruyendo lo poco
que quedaba para entretenernos y que venía salvándose para nuestro deleite.
Eso sí, a mi hija
de 15 le encantó, así que, como bien señalo en el párrafo anterior: Otra manera
de exprimir el cítrico del consumo adolescente enamorado entrando sin permiso
en el segmento “zombie” para acapararlo con capricho y sin criterio alguno.
Le pongo 3
Juanpablos, si mi hija se entera, me mata.
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