lunes, 15 de junio de 2015

Run All Night (2015)






Con: Liam Neeson, Ed Harris, Joel Kinnaman, Boyd Holbrook, Bruce Mc Gill, Génesis Rodríguez, el estúpido “Common” y la tristísima colaboración de Vicent D’Onofrio

Dirección: Jaume Collet-Serra



La verdad es que antes de ponerme a escribir esta crítica intenté elegir qué cosas me aburrieron sin más o cuáles me indignaron completamente o qué escena ganó el premio a la previsibilidad absoluta, pero no puedo seleccionar estas cuestiones porque Run all Night me aburrió e indignó completamente como un todo. Run all Night es una botellita de extracto de vainilla aburrido, previsible, malo e indignante.

El solo hecho de ver al joven con carita de bueno pero musculoso y próspero Kinnaman poniéndose una corbata mientras dos dulces hijitas juegan a las escondidas en su cuarto invita a adivinar –sin ser un genio o un mentalista- que su mujer, quien aún no apareció en escena, está embarazada y a punto de parir y que, en breve y por una fea mueca del destino, todos acabarán en peligro.

La relación de jovencito saludable y bueno que debe remar en dulce de leche por haber tenido la mala suerte de ser hijo del esbirro de un mafioso es tan patética y elemental como la actuación del otro rubiecito joven del film, quien oficia de hijo sacado del mafioso, con ese un look “cocainómano y perdido” que porta en la actualidad Macaulay Culkin.

El impensado y desfachatado rol de Ed Harris, quien todo el tiempo tira máximas de The Godfather como si nadie hubiese visto esa película es, quizás, una de las cuestiones que podría haber ganado el galardón de la ofensa mundial al indignado público presente.
Aunque si uno de pronto ve en acción a D’Onofrio, actorazo olvidado en el más desterrado olvido quien nos regalara tantas exquisitas colaboraciones y que ahora está para el cachetazo, no puede elegir cuál de los dos actores se hirió más mortalmente uniéndose a las filas de esta patética y horrorosa película de Collet-Serra, boludísimo director de cine que nos engatusara con Orphan para luego comprar los derechos de Liam Neeson y construir todo tipo de películas mediocres que hablan de un viejo alto y achacado quien, a pesar de su edad, hará cualquier cosa por sus hijos en este caso, por recuperar la memoria en Unknown o por salvar a los pasajeros de un avión en Non-Stop.

Y si a esto le agregamos como frutilla de insulso postre la endiablada mala actuación de “Common” -Lonnie Rashid Lynn Jr., detesto que se pongan esos nombres en clave tan detestables-, puedo asegurarles que no consigo elegir qué cosa me indignó más.

Aunque puede que sea Ed Harris y su insultante padrino. O quien sabe sea la poco elaborada composición de Kinnaman como hijo ofendido hasta el tuétano. O la persistente necedad de Neeson, a quien ya no le importa nada, ¿o la insuperable mala actuación de Common? No lo sé. Lo que sí sé es que antes de verla ya sabía que vería una típica Película-Bosta, pero vio que soy un testarudo…

Al menos mi experiencia sirve para alertarlos.

Le pongo 1 Juanpablo, la escena en donde Ed Harris le cuenta a Neeson sobre el pastel de cumpleaños de su hijo recientemente perecido es, creo, lo más desopilante –aunque también el gesto de asesino temerario de Common, pero no puedo asegurarlo-



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