Con: Phoebe Fox, Helen McCrory, Jeremy Irvine y
unos jovencitos lookeados como Roger Waters en su primera niñez
Dirección: Tom Harper
Resulta que en plena Segunda Guerra Mundial una
joven, próspera y disponible maestrita debe llevar a uno niños de la alta
sociedad al castillo ese donde hace unos años el joven Harry Potter componiendo
a un recio jovencito que no es y que nunca será debió enfrentar a la malvada
señora fantasma que vivía en aquel desolado lugar, pero como esto transcurre 50
años antes lógicamente el grupo supone que ahí estará a salvo de las bombas
porque claramente no ha visto la primera película hecha hace tan poquito tiempo
atrás. Y se van a dormir y la malvada mujer fantasma va cobrando venganza por
la muerte de su hijito que en realidad no lo era tanto porque era de la mucama
y entonces al final no se entiende si la Dama de Negro venga la muerte de su
hijo por convicción y dolor para que ningún niño que pisara el castillo pueda
disfrutar las bondades de crecer y hacerse maduro y laburar como un idiota
hasta el último día de su vida o si, por el contrario, la malvada Dama de Negro
pretende vengar la muerte del hijo de su mucama por simple diversión y sarcasmo
para que ningún niño que pisara el castillo pueda disfrutar las bondades de
crecer y hacerse maduro y laburar como un idiota hasta el último día de su vida.
Y eso es todo lo que podrías contarles de esta
tonta película de terror que no trae nada nuevo para contar y que mal utiliza
olvidadas herramientas de susto como mover una mecedora o cerrar una puerta que
tanto nos han asustado de niños y que hoy ya no surten el mismo efecto.
Así que le pongo 3 Juanpablos a esta secuela
innecesaria y lo invito a mirar Rambito y Rambón, que seguro la pasará mejor.
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